Hoy es uno de esos días en los que la nostalgia me invade. Se agolpan recuerdos de mi adolescencia y de mi niñez, y no puedo evitar sonreír, y al mismo tiempo, estar triste porque aquelló ya pasó.
Esta melancolía, alimentada por mi carácter (soy muy sentío), ha salido a flote en los últimos días. Primero, por el partido de fútbol alumnos vs profesores que jugué el viernes, por primera vez jugando en el bando de los malos, de los que nos tienen manía. En fin, defendiendo los colores del lado oscuro de la fuerza. Con la de veces que participé como alumno...
Después, encuentro de antiguos alumnos en el colegio del que nunca me fui: anécdotas, más recuerdos, canciones, fotos...¡Y eso que no había nadie de mi promoción! Vinieron también los antiguos más nuevos, la última promoción. Y eso también me hizo darme cuenta del paso del tiempo.
Por otro lado, compañeros de vida que vuelven de países lejanos, y otros que se van. Australia, Polonia, Taiwan. Y yo que de aquí no me muevo, ¿lo haré algún día?
El remate final ha sido esta mañana, cuando he ido a ver el partido de fútbol de algunos de mis alumnos, y de nuevo, me han vuelto a invadir los recuerdos: los compañeros con los que jugué, los entrenamientos, las comidas de equipo, las ilusiones, los sueños compartidos...¡Cómo es el deporte!
Y ahí estaba, en la grada, mientras les veía disfrutar, pensando en todas estas cosas. En si sabré transmitirles que no somos tan diferentes, que hace bien poco era yo ese adolescente que pegaba patadas a un balón, que una vez yo soñé su sueño, que me importan, que quiero que sean felices, y que por eso, a veces, me enfado con ellos.
Quizá suene algo exagerado. Muchos pensaréis que solo soy su profesor. Lo sé, pero esta es mi forma de vivir la vida, de vivir mi profesión. Me preocupo y me preocuparé siempre por ellos, los tenga un día, un mes o un año en clase. Nunca los olvidaré, incluso a aquellos que no tengo en clase y me cruzo por los pasillos. Porque les conozco. Porque me reconozco. Echo la vista atrás y soy yo, y son mis compañeros y mis profesores. Son ellos. Somos nosotros.