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domingo, 26 de octubre de 2014
viernes, 17 de octubre de 2014
Busca las 7 diferencias
Caminando por la vida nos encontramos con muchas personas: algunas parecidas, todas diferentes. Y son estas personas las que nos ayudan a aprender a recorrer el camino. Son ellas las que nos sirven de apoyo y también las que nos ponen a prueba.
A lo largo de mi vida he conocido a gente de diferente raza, religión e ideología. Y me he dado cuenta de lo que abusamos constantemente de los prejuicios. Cuidadito con aquel que es..., Ojo con este que piensa...Y eso si son observaciones sin faltas de respeto, que muchas otras veces van acompañadas de insultos.
¿Por qué nos empeñamos siempre en ver lo que nos diferencia a unos de otros y no en lo que tenemos en común?
Ay amigos, si todos nos paráramos a pensar, antes de juzgar a nadie, que enfrente no tenemos a un musulmán/homosexual/negro/católico/sudaca/mujer sino a una persona. Cuántos problemas evitaríamos tratando a todo el mundo con la dignidad de un ser humano, que es lo que, por encima de todo, somos.
Por mi parte, estoy orgulloso de haber dado cabida en mi vida a tanta gente tan diferente pero igual al mismo tiempo, y aún así, hay momentos en los que no evito los prejuicios. En esos instantes (son momentos muy cortitos), juego a buscar las 7 diferencias en la siguiente imagen y se me pasa:
Imagen cogida de http://lifeinahouseoftestosterone.com/2014/04/wordless-wednesday-post/10153771_10202886409778504_5944585245844641393_n/
viernes, 10 de octubre de 2014
¡Apasiónate!
Todo comenzó en cuanto terminé el máster y empecé a dejar currículums en varios colegios de la zona. Tenía una ilusión tremenda por que empezara el curso y poder ejercer por fin la docencia más allá de las clases particulares.
Quería prepararme unidades didácticas, hacer una programación, buscar información fuera del currículo y vídeos para motivar a mis alumnos...Pero el hecho es que ninguna llamada llegó. No voy a negar que durante unos días anduve desalentado, pero enseguida puse en marcha el plan B: valenciano e inglés. Qué socorridos son los idiomas.
En fin, el caso es que tampoco podía esperar encontrarme con trabajo recién salido del horno. Todo tiene que madurar y llegar a su debido tiempo. Todo lo que he vivido desde entonces: la desilusión del principio y el ánimo de después, me ha hecho crecer. Además, ya que me ponía a estudiar inglés y valenciano, no iba a hacerlo con medias tintas.
Y en esas estoy. Asimilando cómo es posible que algo que tampoco me llamaba mucho la atención (estudiar valenciano), se ha convertido ahora en mi motor intelectual. Que el inglés también, ojo, pero en lo que más pasión estoy poniendo es en el valenciano. ¿Por qué? No lo sé, pero debe ser algún tipo de mecanismo de mi cerebro, que quizá para "protegerse" de la decepción o quizá para no ser un infeliz por hacer algo que no me llena, me ha hecho apasionarme con algo que tengo que hacer por narices.
¿Y sabéis qué? He descubierto que soy feliz mientras estudio valenciano. Así que bendito artificio mental. No sé cómo se pone en marcha, pero creo que todos debemos tener un botoncito. Así que buscadlo, pulsadlo y ya sabéis: APASIONAOS.
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