sábado, 9 de marzo de 2013

Tu felicidad se esconde tras las dudas

Sé que suena exagerado, pero creo que a todos nos pasa. Un pequeño tropezón, o ni siquiera eso, provoca muchas veces que nos planteemos si podremos superar todos los baches que nos quedan en el camino. Incluso aquellas personas que se consideran fuertes, no dejan de estar expuestas a esta enfermedad. Lo bueno que tienen, eso sí, es que tardan muy poco en curarse. Y eso es, obviamente, lo que hay que hacer.

Dudar no es malo. Las dudas te abren caminos, nuevos horizontes. Te obligan a recurrir a todas tus armas para vencer los obstáculos y te exigen reflexionar sobre tus planes. ¿Quieres seguir ese camino? ¿No? En cualquier caso, las dudas te impulsan hacia delante. Pero para coger impulso, no hay que quedarse parado.

¿La vida te ha dado un revés? Recíbelo con toda la entereza que te sea posible y rema. Rema en la dirección que tú elijas. La que seguías antes del golpe, o alguna de las vías que se te hayan descubierto. Siempre con ímpetu, con energía, con ilusión.

Puedes equivocarte, pero siempre puedes reiniciar este proceso depurador.

Tu felicidad se esconde tras las dudas. Tu reto es encontrarla.

2 comentarios:

  1. Gran reflexión.
    Creo que todos alguna vez en nuestra vida hemos tenido momentos de fracaso absoluto, y nos hemos sentido perdidos, desorientados...
    Pero...
    "Puedes equivocarte, pero siempre puedes reiniciar este proceso depurador."

    ¡Un saludo!

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  2. totalmente de acuerdo...

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