En Deja en paz al
diablo, Verdon nos presenta a un Gurney algo 'tocado'
psicológicamente por el desenlace de su anterior caso. Dave se
siente inseguro, se viene abajo su aura de invulnerabilidad. Y
mientras mantiene esas luchas internas, libra otras con Rebecca
Holdenfield, la psicóloga forense que también apareció en los
libros anteriores, y con el agente Trout, del FBI, pues considera
deficiente su investigación en el caso del Buen Pastor, diez
años atrás. Además, la visita de su hijo Kyle, nos mostrará una
parte de David que no conocíamos.
Al
comienzo de la novela, Gurney acepta asesorar a Kim, la hija de
Connie Clark, la periodista que le lanzó a la fama. Kim, estudiante
de último curso de periodismo, está haciendo una serie de
entrevistas a los familiares de las víctimas del Buen Pastor, para
saber si han superado la pérdida y cómo lo han conseguido. El
proyecto, que sufraga económicamente RAM TV, una cadena famosa por
su amarillismo y nula integridad, parece enfurecer al Buen Pastor,
quien teme no solo la emisión de Los huérfanos del
crimen, sino el interés en el
caso que está demostrando Gurney.
Al
mismo tiempo, Kim acaba de romper con su novio, Robert Meese, quien
tuvo una infancia complicada, y un pasado un tanto conflictivo. Desde
su ruptura, suceden cosas extrañas en su piso, por lo que Kim está
segura de que Robert está detrás. Sin embargo, Gurney, que contará
con la inestimable ayuda de Jack Hardwick y el apoyo de la inspectora
Bullard para intentar resolver este caso frente a la fuerte oposición
del FBI, tiene una opinión bien distinta.
También
Max Clinter, policía que perdió su reputación y su vida a causa
del Buen Pastor, servirá de ayuda a Gurney. Tentando a la suerte,
Dave pondrá contra las cuerdas al implacable y lógico asesino. Os
dejo a vosotros descubrir cómo.
En
mi opinión, Deja en paz al diablo
es perfecta para conocer mejor a Gurney, para ahondar en la relación
con Jack Hardwick, que cada vez se parece más a la relación
Holmes-Watson, aunque con perfiles bien distintos. Sin embargo, al
profundizar en la vida personal de Gurney, esta novela ha perdido
parte del ritmo que caracterizaba a las anteriores.
Sopesando
lo bueno y lo malo, considero esta novela muy recomendable, ya que
completa lo que le faltaba a las anteriores: una mejor comprensión
del personaje de Gurney.