El último clásico que he leído. Una historia muy breve (en mi edición apenas sobrepasa las 100 páginas), y muy simple si no procuras ahondar en las intenciones de Hemingway.
El protagonista de la historia es un pescador entrado en años que lleva más de 80 días sin capturar ninguna pieza. Su joven ayudante, dados los continuos fracasos en la labor pesquera y obligado por sus padres, le ha abandonado y ahora trabaja en otro barco. Sin embargo, el viejo sigue contando con su apoyo, moral y físico, ya que el joven le ayuda a subsistir con su pobre sueldo. Un auxilio que el viejo trata de negar por orgullo, aunque en el fondo le está agradecido ya que sin su ayuda habría muerto de inanición hace ya tiempo.
Sea como fuere, el viejo decide echarse a la mar un día más. Con esperanza y tesón, se adentra en las profundidades marinas y protagoniza un hermoso combate. Y ahí es cuando el viejo nos da un gran ejemplo: lucha hasta la extenuación, con su físico y con su ingenio. Primero, agotando toda su energía para capturar una gran presa; después, para protegerla una vez capturada de numerosos escualos.
Todo un testimonio de entrega y sacrificio para conseguir su objetivo. Un ejemplo de lucha y coraje por alcanzar un sueño. Que nadie se pierda El Viejo y el Mar.
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