Hay días, semanas, meses e incluso años en los que no te sientes inspirado. Ya sea por falta de tiempo o por falta de reflexión, llevo varias semanas sin poder centrarme para escribir una entrada "decente" para el blog. Pero no pasa nada, porque por suerte, me rodeo de gente reflexiva y sensible. Gente que aparentemente solo sabe hacer reír (que no es poco) o hacer el tonto. Pero luego resulta que un buen día, cuando piensas dejar pasar la semana sin actualizar el blog, esperando inspiración divina, ésta llega súbita y fortuitamente en forma de bellísima reflexión y a modo de préstamo. Préstamo, sí. Porque hoy el blog lo actualiza Javier Miñarro (en realidad lo actualizo yo, pero él es quien hoy desnuda sus pensamientos). Él, que sirve para todo, que lo mismo te hace reír que llorar (de risa, claro), capaz de no decir nada coherente durante días o semanas completas y sin embargo, capaz de escribir algo tan delicado como lo que sigue. No cambio ni una coma. Gracias Javier ;)
No esperes a mañana para poner en marcha tus sueños. Todo eso que sueñas se hará realidad si tú quieres que se haga realidad. Rompe la barrera del miedo, salta por encima de todos los obstáculos, despliega las alas sobre el acantilado más alto y dirige tu rumbo hacia donde tú quieras, hacia los más grandes ideales que el ser humano pueda imaginar, si tú quieres, podrás tocar las estrellas. No te conformes con menos, no aceptes con una falsa sonrisa lo que impone la gente que te rodea, no seas un simple mortal más en esta marea de esclavos de ideas absurdas. No malgastes tu vida con rutinas que la sociedad espera que hagas, no camines por este mundo intentando quedar por encima de los demás, con bienes materiales, títulos de estudios y trabajos que no te llenan por dentro. La belleza se encuentra en lo diferente, sé diferente, no pases desapercibido perdiéndote entre el rebaño que no es capaz de levantar la vista al cielo. No sigas a ninguna ideología, a ningún poderoso corrupto que quiera manipular tu mente, rompe tus cadenas y ama la libertad. Descubre cada rincón del planeta, cada ser humano que sufre, cada cima de cada montaña nevada, la inmensidad de la noche en el más oscuro océano. No malgastes ni un minuto de tu tiempo, ponte en marcha ya, busca a alguien que comparta tu ideal y conquistad juntos el mundo, hacia lo infinito. Gástate, cánsate, quédate sin fuerzas, agota cada momento de aliento amando a los demás. Ama hasta que te duela el pecho, abraza a cada persona que amas porque llegará un día en el que no la podrás abrazar más. Cuando estés al borde de la muerte podrás decir: “No he perdido ni un minuto de mi tiempo, he aprovechado mi vida al máximo, puedo morir en paz y sonriendo de amor”. En ese momento estarás tocando las estrellas.
La mejor parte la que has resaltado en negrita :)
ResponderEliminarBuenas
ResponderEliminarAsí que recetando un ideal maravilloso te proclamas como el único valedor del pensamiento no absurdo y no rutinario, interesante. Está claro que vivimos en sociedad y hay ciertas cosas por las que se ha de pasar por el aro, voluntaria o involuntariamente. Con el mero hecho de nacer ya estamos tan condicionados, que esa idea ser nosotros mismos queda en el intento.
En cualquier caso, podemos revitalizar la intensidad con la que encaramos nuestra vida.. Y hasta en cierto punto, en esa libertad en la que podemos decidir el color de nuestros zapatos de marca y que móvil queremos comprar, podemos aspirar a vivir bajo el espíritu del texto.
Está muy logrado y muy bien escrito, enhorabuena!
Hombre Rafa, yo creo que eso todos lo tenemos claro, pero siempre podemos elegir dentro de nuestra no-libertad absoluta. Y en esas "pequeñas" elecciones podemos distinguirnos (o no) de los demás.
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