jueves, 29 de enero de 2015

Amparo Baró

Hoy va por esta gran actriz fallecida hoy, que me hizo reír mucho con su papel de Sole en 7 vidas. Os dejo con un monólogo suyo en el Club de la Comedia:


Siempre la recordaré con enorme cariño. DEP.

viernes, 16 de enero de 2015

Assumiràs la veu d'un poble

Assumiràs la veu d'un poble,
i serà la veu del teu poble,
i seràs, per a sempre, poble,
i patiràs, i esperaràs,
i aniràs sempre entre la pols,
et seguirà una polseguera.
I tindràs fam i tindràs set,
no podràs escriure els poemes
i callaràs tota la nit
mentre dormen les teues gents,
i tu sols estaràs despert,
i tu estaràs despert per tots.
No t'han parit per a dormir:
et pariren per a vetlar
en la llarga nit del teu poble.
Tu seràs la paraula viva,
la paraula viva i amarga.
Ja no existiran les paraules,
sinó l'home assumint la pena
del seu poble, i és un silenci.
Deixaràs de comptar les síl.labes,
de fer-te el nus de la corbata:
seràs un poble, caminant
entre una amarga polseguera,
vida amunt i nacions amunt,
una enaltida condició.
No tot serà, però, silenci.
Car dirà la paraula justa,
la diràs en el moment just.
No diràs la teua paraula
amb voluntat d'antologia,
car la diràs honestament,
iradament, sense pensar
en ninguna posteritat,
com no siga la del teu poble.
Potser et maten o potser
se'n riguen, potser et delaten;
tot això són banalitats.
Allò que val és la consciència
de no ser res si no s'és poble.
I tu, greument, has escollit.
Després del teu silenci estricte,
camines decididament.

Vicent Andrés Estellés

sábado, 3 de enero de 2015

Necesito un país...


(Marwan) 

Necesito un país, 
que se arranque la tristeza, 
gente buena porque sí, corazón en la cabeza. 

¿Dónde está?¿Cómo hacer, que suceda...?
¿Dónde está? Ya no sé, la respuesta... 

Necesito un país que se arranque la tristeza, 
algo menos de rencor, algo de delicadeza. 

¿Dónde está?¿Cómo hacer, que suceda... ?
¿Dónde está? Ya no sé, la respuesta... 

(Nach) 

Necesito un país que sonría, 
necesito un país que se arranque ese gris, 
que oscurece sus días, 
un país sin derecha ni izquierda ni cuerdas que tensan rivales, 
sin peleles que vendan en tele sus intimidades, 
un país sin Rajoys, Rubalcabas ni Aguirres, 
donde criemos a niños sensibles, 
sabiendo que aquí serán libres, 
un país con más libros y menos partidos del siglo 
un país sin peligro ni líderes tan inservibles, 
un país sin desahucios, mentiras y estafas 
donde se acepten todos los credos, 
los sexos, ideas y razas, 
un país que no se atraganta 
que aguanta sin peros 
donde justicia sea igual para obreros que para la infanta 
un país que levanta su voz y que grita, 
que se agita y no calla en cada batalla 
contra quien le quita su pan y su techo, 
que golpee su pecho 
y olvide el recelo, 
que salga a exigir sus derechos sin dudas ni miedos 
un país que limpie su rostro y se olvide del yo, 
que encuentre en nosotros 
la fuerza y la voz, que tenga valor 
un país que se informe y no se conforme con humo 
donde trabajo y vivienda no sea privilegio de algunos 
necesito un país que piense y use la cabeza, 
que llenar la despensa no sea una proeza 
un país que mejora y no roba no llora no implora, 
un país que se arranque la pena una vez por todas. 

(Marwan) 

¿Dónde está?¿Cómo hacer, que suceda...?
¿Dónde está? Ya no sé, la respuesta 

Necesito un país que se arranque la tristeza...


Ese es el país que yo quiero y necesito. 

Un país que no se enorgullezca solo de cosas que le han sido dadas (clima, comida...) sino de algo logrado por sus ciudadanos. Que aquello de que En España se vive muy bien no sea solo un consuelo ante tanta injusticia social, sino algo que decir con una sonrisa de oreja a oreja. 

Un país construido por y para su gente y no para cuatro privilegiados. 

Un país que cuidara de su futuro tomándose en serio la Educación, y se preocupara de su presente cuidando a los enfermos y a los más desfavorecidos, recurriendo solo al pasado para aprender de él.

Un país en el no se bombardee a sus ciudadanos con ayudas a ONG's, asociaciones y familias pobres porque su gobierno es capaz de hacer bien la misión que le ha sido encomendada.

Un país cuyos habitantes sean sensibles, honestos y tengan acceso a una formación íntegra que les permita labrarse un futuro, realizarse personalmente y ser librepensadores.

Un país que nos haga creer que podemos cambiar el mundo y que de hecho, lo cambiemos.

Es más, siendo todavía más ambiciosos, y aprovechando que nos movemos en los parámetros de la utopía*, cambiemos la palabra país por mundo. En ése es en el que yo quiero vivir y del que quiero formar parte. Y por él lucharé durante toda mi vida en los ámbitos en los que tenga algún tipo de influencia.

*donde una utopía, sea grande o pequeña, sigue siendo una utopía y por tanto igualmente irrealizable.

PD: La palabra utopía, según la RAE, significa plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. En el momento de su formulación. Ah. O sea que siempre había un loco optimista que creía en ello. Creed conmigo, entonces.

jueves, 1 de enero de 2015

Deseos para el nuevo año

Un año termina y otro que empieza. Y nosotros, todos, que nos paramos a pensar para hacer balance de lo bueno y de lo malo del año que se nos ha ido, y deseando (y deseándonos) un nuevo año lleno de dichas.

Pues bien, aquí me encuentro yo, frente al ordenador, intentando analizar el ya pasado 2014. Y este año, como los que le han precedido y los que le sucederán, ha tenido sus momentos buenos y menos buenos, sus instantes buenísimos y otros no tanto. Digo buenos y no buenos porque si bien los primeros te hacen disfrutar, los segundos son los que más te hacen aprender. 

Y de este año que comienza no puedo esperar otra cosa que acertar y equivocarme; reír y llorar; ser feliz y sufrir. Y es que hay que ser realistas: no puedo esperar no errar, no llorar y no padecer. La vida es así, es inevitable, no lo podemos cambiar. Eso sí, estaré preparado cuando esto ocurra. Para no consentir que mis errores, mis lamentos y mi dolor tomen el control de mi vida. No. Los voltearé. 

Eso es lo que me pido* para el 2015. Seguir tratando de ver de las cosas su lado bueno. Buscarlo hasta dar con él y agarrarme aunque sea un clavo ardiendo. Y es que lo fácil es dejarse llevar por los qué dura es la vida, qué mala suerte tengo o qué he hecho yo para merecer esto. Lo difícil es aprovechar esos momentos complicados para obtener una enseñanza, lección o aprendizaje. Pero se puede. 

Sé que decirlo es fácil, que lo arduo es hacerlo. Pero no es imposible. Es una cuestión de actitud, y una actitud se entrena, se trabaja y se educa. ¡Valor!

* Sí. No se lo pido al año nuevo porque él no va a hacer nada por mí. Soy yo el que tiene que luchar por hacer esos deseos realidad. Tener buenos deseos está bien, esa actitud no hace daño a nadie, pero si no se trabaja para conseguirlos, tampoco hará ningún bien.