sábado, 29 de diciembre de 2012

sábado, 22 de diciembre de 2012

Microrrelatos matemáticos 2012

Hoy hablaremos de este concurso que se celebra en la Universidad de Alicante, desde hace ya 4 años. Consiste en redactar un relato con las 20 primeras cifras del número pi (3,141592...), de ahí su denominación de "microrrelatos matemáticos". Es decir, el relato debe tener 20 palabras y, sucesivamente, la primera palabra debe tener tres letras; la segunda, una; la tercera, cuatro; etc. Hay dos categorías: valenciano y castellano.

Como participé en él (sin éxito, por supuesto), asistí a la entrega de premios para escuchar los relatos ganadores de primera mano. Como están colgados en la web, me ha parecido interesante compartirlos con vosotros. Aquí los ganadores:

EN VALENCIANO:

Primer premio:


"Era a casa i sense esperança de tornar.
Trist, per haver invertit voluntats, vocació...Desanimat, com la por. Inoportú atur"

Segundo premio:

"Foc i llum i molts monuments de fràgil cartó que veuen contents visitants. Admiren extasiats que la nit brillant està."

EN CASTELLANO:

Primer premio:

"Fue a casa y ebrio, impasible, la golpeó.
- ¡Nunca más! - gritó afligida.
Mirándole, decidió marcharse con la voz serenada."

Segundo premio:

"Ven y dime a solas historias de antaño.  Sabes que añoro aprender…
disfrutar contigo lecciones que se van haciendo mías."


Por mi parte, voy a copiar algunos de mis favoritos:

"A ella, a mejor personaje no podría citar. Fue ángel cuidador, continuas estando.
Perdóname que no sonría demasiado, MAMÁ."

La figura materna, que siempre nos acompaña.

"Des d elas e parac iónsufría un ararat ipolo gía dedis lexiayno sabíajunt arlasle trasdecad apa la bra"

Este me gusta mucho por su originalidad. Está claro que era un riesgo presentar un microrrelato escrito así, y no le ha salido del todo bien, pero a mí personalmente me parece muy buena idea.

Y también me ha encantado el segundo premio en castellano, no sé qué opináis vosotros.

PD: Os dejo como reto identificar mi microrrelato, a ver si lo encontráis.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El secreto del amor a la naturaleza

Hoy actualizo con una carta de un monje budista, recogida en "Un corazón lleno de estrellas", libro de dos de mis autores predilectos: Álex Rovira y Francesc Miralles. Muy recomendables ambos (por separado y en conjunto), por cierto. Ahí va:

Si eres poeta, verás con claridad que hay una nube flotando en esta hoja de papel. Sin una nube, no hay lluvia; sin lluvia, los árboles no pueden crecer; y sin árboles, no se puede hacer papel.

Si miramos aún más profundamente esta hoja de papel, podemos ver en ella el brillo del sol. Si la luz del sol no está ahí, el bosque no puede crecer. En realidad nada podría crecer. Ni siquiera nosotros podríamos crecer sin el sol. Y si seguimos mirando, podemos ver al leñador que cortó el árbol y lo llevó al molino para ser transformado en papel. Y vemos el trigo. Sabemos que el leñador no puede existir sin su pan de todos los días y, por tanto, el trigo que se convirtió en su pan también está en esta hoja de papel. Y la madre y el padre del leñador también están ahí. Dando un paso más, podemos ver que también nosotros estamos en ella. Esto no es tan difícil porque, cuando miramos la hoja de papel, ella es parte de nuestra percepción. Tu mente está en ella. Y la mía también. No hay nada que no puedas incluir: el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales del suelo, el sol, la nube, el río, el calor. Todo coexiste en esta hoja de papel; no estamos aislados. Esta hoja de papel es porque todo lo demás es. Este papel, tan finito, contiene en sí todo el universo. 

Thich Nhat Hanh

Aquí os dejo un enlace a la Wikipedia sobre el autor de la carta, por si os interesa encontrar información sobre él.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Carta dirigida a ti


A ti, que desde tu sofá criticas a los políticos.
A ti, que desde tu sofá incendias las redes sociales.
A ti, que desde tu sofá ves cómo te niegan tu futuro.
A ti, que desde tu sofá asistes a tantas injusticias sociales.
A ti, que desde tu sofá compras la moto que te están vendiendo.
A ti, que desde tu sofá cualquier revolución te suena a utopía.
A ti, que desde tu sofá quieres cambiar el mundo, pero no sabes cómo.

En definitiva, a ti, que solo te levantas del sofá para irte a la cama, te digo:

Los culpables de tu situación no son los inmigrantes.
Quienes te hacen ver borroso tu futuro no son los pensionistas.
Los que te han llevado a la cola del paro, no son los catalanes.
Tampoco los “perroflautas” te han quitado el piso.

DESPIERTA.

Aquellos que tienen en sus manos tu futuro, y están cometiendo, con tu anuencia, tantas tropelías son los mismos que convierten en culpables a los inmigrantes, a los catalanes o a los pensionistas. Y sí, digo con tu “anuencia” porque encima, a ti, desde tu cómodo y acogedor sofá, no se te ocurre otra cosa que despreciar a aquéllos que luchan por sus derechos...(y ¡por los tuyos!).

Son ellos los que están detrás de tu ruina y/o de la de los que te rodean. Pero son muy listos. Crean cortinas de humo para desviar tu atención, y tú, desde tu sofá, te las tragas. Te las tragas y encuentras la coartada perfecta para no hacer nada, y para culpar a quienes no son responsables, de tu desgracia.

A ti, que me catalogas como antisistema, anarco-comunista o perroflauta, te pido, desde mi sofá, que alces la voz, que te levantes y que luches por lo que es tuyo y nadie te debería quitar.

DESPIERTA.

domingo, 2 de diciembre de 2012

La paradoja de los monos y los plátanos

Hoy la reflexión correrá a cargo de Javier Malonda, con un artículo que colgó en su web, "javiermalonda.com", que llegó a mis manos hace un par de años y guardé como oro en paño. Sin más, aquí tenéis:

Para ilustrar la necesidad de preguntarse el por qué de las cosas, la necesidad de cuestionarse lo establecido, la necesidad de conocer las propias creencias y desafiarlas regularmente, contaré hoy la paradoja de los monos y los plátanos.

En un experimento se metieron cinco monos en una habitación. En el centro de la misma ubicaron una escalera, y en lo alto, unos plátanos. Cuando uno de los monos ascendía por la escalera para acceder a los plátanos, los experimentadores rociaban al resto de monos con un chorro de agua fría. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre el uso de la escalera y el chorro de agua fría, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender un busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a subir por la escalera.

En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.

El mono nuevo, naturalmente, trepó por la escalera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el chorro de agua fría hiciera su aparición. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a ascender por la escalera.

Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.

Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.

En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido nunca el chorro de agua fría. Sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos. Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido esta "No lo sé. Esto siempre ha sido así".

El artículo termina con una cita de Einstein: "Triste época la nuestra. Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio."

De mi propia cosecha tampoco tengo mucho más que añadir, simplemente invitar a todos los que leáis esta entrada, a reflexionar en qué aspectos o situaciones de vuestras vidas habéis sido cargados con prejuicios que no eran vuestros y que no os han permitido actuar como os hubiera gustado. 

¿No os resulta curioso que ante todo aquello que puede suponer un gran cambio positivo en la sociedad y, por tanto, en el ser humano nos sale un cartelito bien cargado de neones con la palabra UTOPÍA en mayúsculas y bien clarita?

sábado, 24 de noviembre de 2012

"El primer día" y "La primera noche", de Marc Levy

Marc Levy. Uno de tantos autores que me he encontrado por casualidad. Acompañar a mis padres a la compra, en cualquier Hipermercado (¡no quiero hacer publicidad a nadie!) y acercarme a la sección de libros para hojear distintos ejemplares, para mí, son sinónimos. Así pues, Marc Levy, fue un descubrimiento (para mí, otros muchos obviamente ya le conocían) que hice una tarde del otoño pasado. Como tengo amigos que me quieren mucho, a mi siguiente cumpleaños me regalaron los libros de los que hablaremos hoy. Dicho lo cual, voy a intentar reseñar los libros que dan título a esta entrada. Es mi primera vez, así que sed benevolentes conmigo.

Como podéis imaginar por el título, un libro es la continuación del otro. Pues bien, ambos volúmenes comparten protagonistas y el mismo toque de aventura, romanticismo e intriga. En el primer libro, se nos presenta a los protagonistas, sus inquietudes y su carácter, que marcarán la dirección de la historia. Los personajes principales son Adrian y Keira, astrofísico y arqueóloga. Imagino que os preguntaréis cómo llegan a cruzarse sus vidas. Si sentís curiosidad, leeros el libro, no quiero arruinarle la fiesta a nadie. Centrándonos en lo que nos ocupa, la cuestión es que a manos de ella llega un misterioso objeto que llevará a ambos a una peligrosa (más de lo que imagináis) investigación, ya que puede cambiar la concepción del mundo tal como lo conocemos. Así que, mientras recorren el globo de cabo a cabo, nuestros amigos tratan de resolver este enigma, burlando todas las amenazas externas. Su historia de amor, lejos de verse perjudicada, crece capítulo a capítulo, ajena a todos los riesgos. Todo ello con la colaboración de otros peculiares personajes como Walter, Ivory o Max, con los que no quiero entrar en detalle para no 'spoilearos' el libro. Os diré, eso sí, que, aunque Max me deja un poco frío, tanto Walter como Ivory son personajes muy curiosos y que rompen, diría yo, cualquier molde.

En el segundo libro, se retoma la historia justo en el punto final del primero, y aunque parece difícil, por el alto ritmo que impone el autor en éste, la cadencia del segundo es vertiginosa. Si el primero engancha, el segundo atrapa. En cuanto a la trama, se desarrolla perfectamente en este volumen. La investigación continúa, y el autor profundiza en la relación amorosa de los protagonistas, además de ahondar en la amistad que mantienen con otros personajes, que aunque secundarios, son imprescindibles en la historia. El final, que siempre aprovechamos, justa o injustamente, para juzgar un libro, es bastante bueno. Se adapta a lo que cabe esperar durante el transcurso de la novela, y no deja de ser sorprendente.

Como conclusión, creo que el autor intenta resaltar dos cosas: primero, de qué manera el amor puede cambiar tu vida, y segundo, que siempre, antes de actuar, hay que medir las consecuencias de nuestros actos.

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Construyen robots?



Paradigma del sistema educativo

Sé que el vídeo es un poco largo, pero merece la pena verlo.

¿Son los colegios, institutos y universidades unas simples fábricas? ¿Siempre ha sido así? ¿O es una peligrosa tendencia que van adquiriendo las reformas de los sistemas educativos repartidos por todo el globo? ¿Se fomentan el ingenio o la imaginación, o por el contrario, se premia la mediocridad, el aprendizaje por repetición en lugar de la originalidad? ¿Quién o quiénes hay detrás de estos sistemas educativos? ¿A qué intereses atiende esta fabricación? ¿Adónde nos lleva este modelo? ¿Tiene arreglo? Vosotros diréis.

En mi opinión, aunque no es algo nuevo, es algo que se está agudizando en los últimos tiempos. Para no irnos muy lejos, simplemente, en Europa, con el EEES (y los nuevos grados) ya vemos que van encaminados a que las empresas tengan un trabajador que cumpla exactamente con los requisitos exigidos por la empresa. No importa la formación completa del alumno. No importa su realización personal. No importa que, más allá de si título, el estudiante pueda resultar inútil. Bueno, en realidad sí que importa. Importa y mucho.

¿Quién es más fácil de manejar? ¿Alguien bien preparado, que sea capaz de aprender por sí mismo, que se adapte bien a cualquier trabajo gracias a lo que aprendió en la universidad (y a sus capacidades, claro) o alguien que está preparado para realizar un fin concreto, en unas determinadas empresas y que, fuera de ahí, no podría encajar en ningún otro lugar? No es que limiten el conocimiento del alumno, que también, sino que limitan su capacidad de conocer, de adaptación y de acción. Será un trabajador servil, con el que el patrón podrá hacer lo que quiera, ya que el trabajador no sabrá hacer otra cosa más allá de esa empresa. Pasará de asalariado a esclavo.

Este sistema también conseguirá más insatisfacción e infelicidad para los estudiantes, pues no podrán realizarse personalmente. Los formación estará orientada única y exclusivamente a que en un futuro, esa persona forme parte del engranaje del sistema. Se despreciarán carreras inútiles como Filosofía, Filología Clásica o Historia, pues no darán réditos a una cierta oligarquía absolutista.

¿Soluciones? De momento, ser conscientes del problema. Lo que venga después, ya se verá.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Piquetes sí? ¿Piquetes no?


Aprovechando que la cercanía de la huelga general del 14-N, quiero abrir un debate sobre los famosos piquetes informativos. Primero lanzo la pregunta y luego hago el planteamiento: ¿piquetes sí o piquetes no?

SITUACIÓN 1

Yo no estoy de acuerdo con la huelga general por cualquier motivo: no me identifico con los organizadores, no creo que mis derechos estén siendo ultrajados, directamente la política no me importa o simplemente soy pasivo, creo que toman mis derechos por el pito del sereno pero con la huelga, bajo mi punto de vista, no voy a conseguir nada. La cuestión es que no me quiero manifestar.

¿Los piquetes? Una panda de sindicalistas que no tienen otra cosa que hacer que venir a molestarme a mi lugar de trabajo. Vulneran mis derechos y eso no es justo. No me parece bien que yo, que libremente elijo trabajar, no pueda hacerlo o tenga que hacerlo soportando el alboroto que están causando estos vendidos.

SITUACIÓN 2

Estoy de acuerdo con la huelga general: pienso que las cosas no pueden seguir así, que el gobierno no hace más que beneficiar a las empresas a costa de los derechos de los trabajadores, y que nos vemos obligados a aceptar reducciones salariales, ampliaciones de horarios o ambas cosas por miedo a perder el trabajo. Sin embargo, sin que ni siquiera haya expresado mi deseo de salir a la calle a manifestarme, mi jefe convoca una reunión en la que, “sutilmente” nos invita a venir al trabajo ese día. Si no, la ausencia tendrá consecuencias. Pero yo me quiero manifestar.

¿Los piquetes? Suerte que existen, porque yo, que libremente no puedo expresar mi sentir, encuentro en estos piquetes la excusa perfecta. Si vienen a mi lugar de trabajo, y mediante la extorsión, nos obligan a cerrar, ¡ya está! Puedo defender mis derechos.


Hechos los análisis, aunque sin profundizar demasiado en el tema, queda claro que los piquetes pueden ser buenos o pueden ser malos según el punto de vista.

¿Se puede resolver, de alguna manera, este conflicto? Sí. Pero otra vez volvemos a lo mismo, a confiar en la bondad de las personas. La solución pasa porque los empleadores, respeten, sin consecuencias negativas para el trabajador, su derecho a manifestarse. Entonces, los piquetes tendrían que desaparecer, y en caso de no hacerlo, quedarían retratados.

¿Tú que opinas?

domingo, 4 de noviembre de 2012

El amor y la lucha


Hoy quiero que hablemos del amor. Ése sentimiento tan profundo, tan embalsamador, protector y gratificante, inherente al hombre. Es un sentimiento vivo, conmovedor y vibrante. Es un afecto que los humanos podemos manifestar de maneras diversas: el amor paterno-filial, el amor fraternal, entre hermanos o entre amigos, y el amor entre dos enamorados.

Si bien la última entrada invitaba a una reflexión sobre el individualismo del hombre, quisiera centrar el debate en la otra cara de la moneda, la de la solidaridad y la entrega a los demás. Y es aquí donde entra el amor, y más concretamente, el amor fraternal. La única forma de hacer frente al egoísmo que todos, de forma más o menos aguda, sentimos en múltiples ocasiones. Ser capaces de ver más allá de un mendigo sucio y harapiento, de unos pobres desgraciados que mueren de hambre (aquí y en el tercer mundo) o de unos cuantos incautos o ingenuos que lo han perdido todo entre la desaceleración y la crisis y que ahora viven de la caridad.

Debemos ser capaces de ponernos en su lugar, de empatizar con su situación y de ayudar en la medida de lo posible. Y cuando digo ayudar, no quiero decir donar una cantidad concreta de dinero al mes, o de colaborar con un comedor social o en actividades solidarias de cualquier índole. Esto hay que hacerlo, por supuesto. Es necesario y es bastante factible para cualquiera de nosotros. Pero no es suficiente. Y no es suficiente porque no ataca a la raíz del problema.

Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? Luchar por los derechos de estas personas. Exigir a los que tienen el poder, que son los que pueden terminar con esto, que lo hagan. Es más fácil de lo que parece. Basta con sentirse conectado con estas personas en una situación injusta.

¿Y cómo conseguir una motivación para batallar? Mediante el amor. ¿O tú no estás dispuesto a luchar, hasta la extenuación, por alguien a quien amas?  

miércoles, 31 de octubre de 2012

Yo, yo ¿y después? Yo.

Hace unas semanas, terminé de leer un libro muy interesante para todo matemático que se precie: Planilandia. Y no solo para matemáticos, pues lleva inscrita una crítica a la sociedad de la época. Pero de esta obra de arte, hablaremos en otro momento. Hoy quería hablar con vosotros, de un fragmento del libro que he mencionado.

Voy a intentar explicar brevemente su contenido. Imaginad un mundo formado por un solo ser. Notaréis enseguida, que el propio ser es el mundo, y el mundo, a su vez, el único ser existente. Este ser, además, solo tendrá conciencia de su propia existencia, y para él, no habrá nada más fuera de sí mismo. Sin embargo, supongamos ahora que ese ser no está solo, que su mundo simplemente es un micromundo dentro de un universo mucho mayor. Pues bien, en el libro, esa escena es narrada por dos observadores, que, desde fuera, ven al ser en cuestión, como un ser ridículo. ¿Cómo puede pensar que solo existe él? ¿Cómo puede considerarse a sí mismo un dios, si no es consciente ni de que no está solo?

Muy bien. Ahora lanzo mi pregunta. ¿No os suena de algo? ¿No conocéis a nadie así? A todos nos incomodan las personas egocéntricas, aquellas para las que el mundo gira a su alrededor. Estiremos más el hilo, ¿qué es lo que ha hecho el ser humano desde que es consciente de su existencia? Situarse en el centro del Universo primero. Hacer de la Tierra SU planeta después, maltratando plantas y animales, en lugar de compartir este maravilloso mundo con ellos. Y no solo eso, sino que unos pocos (unos cuantos millones de personas) ¡tampoco quieren compartirlo con según qué seres humanos!

Durante toda la historia de la humanidad, una minoría poderosa (y que pensaba únicamente en su propio bien) ha sometido a una mayoría pobre, y ha esclavizado y vejado a personas iguales en derechos por su sexo, por el color de su piel o por su religión. Y estas acciones siguen vigentes hoy día, aunque se camuflen con donaciones millonarias a instituciones u organismos solidarios.

¡De estreno!

¡Hola a todos! Bienvenidos a mi espacio virtual, donde espero compartir toda clase de historias, pensamientos y reflexiones con todos vosotros. No dejéis de mostrar vuestras opiniones, para enriquecerme con vuestros puntos de vista. Gracias a todos, ¡comienza una aventura!

PD: No le busquéis sentido al nombre del blog, no lo tiene.