¿Qué es eso de la desobediencia
civil? Es una pregunta que me surgió hace unos cuantos meses, cuando
acciones como las del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez
Gordillo, quien – y voy a transcribir lo que dice la Wikipedia
sobre aquella acción para ser lo más objetivo posible sobre los
hechos – sustrajo alimentos de primera necesidad en dos grandes
superficies comerciales (Mercadona y Carrefour).
Pues bien, citando de nuevo a la
Wikipedia, copio y pego la definición de desobediencia civil:
La desobediencia civil puede definirse
como “cualquier acto o proceso de oposición pública a una ley o
una política adoptada por un gobierno establecido, cuando el autor
tiene conciencia de que sus actos son ilegales o de discutible
legalidad, y es llevada a cabo y mantenida para conseguir unos fines
sociales concretos”.
¡Vaya! Así que se trata de oponerse
públicamente a algo “para conseguir unos fines sociales
concretos”. ¿Y esto causó tanto alboroto?
En mi opinión, el revuelo que se montó
tuvo mucho que ver primero, con el personaje, por tener una ideología
tan definida, poniéndose en su contra automáticamente las personas
con ideas contrarias; segundo, con las formas, porque quizá, por lo
visto en las grabaciones, alguno de los participantes en la
sustracción se excedió con empujones a algún empleado; y tercero,
porque a los representantes de la oligarquía económica que
realmente rige este país (y el mundo en general), no les interesa un
pueblo que sepa que la desobediencia civil es un arma pacífica más
con la que luchar contra las medidas injustas que están llevándole
a la ruina. No quieren un pueblo agitado.
Primera cuestión a tratar: el
personaje y las formas. Sí, ser tan descaradamente de izquierdas
(cosa que no es ni buena ni mala en sí misma) perjudicó, en mi
opinión, a Sánchez Gordillo, ya que de entrada, la no-neutralidad
causó rechazo en una parte importante de la población, incluso de
gente a la que él estaba defendiendo con ese acto. Esa imagen de
Robin Hood – como si él se hubiera impuesto tal sobrenombre –
creada de forma interesada por los medios, controlados por la
oligarquía mencionada anteriormente, le hizo en mi opinión bastante
daño. ¿Y las formas? Lo mismo de siempre. Basta que alguien no se
sepa comportar para que una acción de protesta, como una
manifestación o, en este caso, la desobediencia civil, queden
intencionadamente manchados.
La segunda cuestión es para mí mucho
más importante: los intereses. Intereses en desacreditar a
cualquiera que se oponga a la esclavitud moderna a la que sus
acciones nos están conduciendo. A cualquiera capaz de mover masas y
de sacudir conciencias.
Por si tenéis alguna duda sobre la
acción en sí, os diré que Marthin Luther King y Mahatma Gandhi, entre otros, utilizaron la desobediencia
civil para luchar por los derechos de los negros en EEUU el primero,
y por los de los indios en Sudáfrica (antigua colonia inglesa), el segundo.
¿Sánchez Gordillo? NS/NC. ¿Desobediencia civil? Rotundamente, sí. No nos quedemos con el personaje, que
no quiero entrar a valorar. No nos quedemos con el “robo” a un
supermercado. Quedémonos con el trasfondo del asunto. Seamos
conscientes de que esto es una forma más de lucha, y que, aunque nos
parezca errónea en su ejecución o en su forma, es algo
completamente lícito. Y no solo lícito, sino NECESARIO en situaciones como las que atravesamos.
PD: Si os interesa, os recomiendo encarecidamente que leáis este artículo sobre la desobediencia civil. Es una joya.
totalmente d acuerdo...está más que claro.Muy buena descripción,gracias por tú claridad "mecedorita".
ResponderEliminarMe quito el sombrero :D
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