viernes, 18 de octubre de 2013

Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie

Hoy reseñaré el segundo libro de Agatha Christie que he tenido el gusto de leer: Asesinato en el Orient Express. Fue una recomendación que un par de amigos me hicieron, y en cuanto tuve tiempo, seguí. Si me gustó tanto Diez Negritos, ¿por qué no este también? Y fue un acierto.

La trama transcurre en el tren, procedente de Estambul, en el que viaja Hercule Poirot camino de Inglaterra. Y con él, personajes de lo más variopinto: una princesa, un coronel, una condesa, un millonario...y de todas las nacionalidades: húngaros, americanos, belgas...Además, viaja un viejo amigo de nuestro detective, monsieur Bouc, que es el director de la compañía dueña del tren.

La segunda noche de viaje, el tren tiene que parar por culpa de la nevada que asola Belgrado. Y esa noche, se encuentra en su compartimento el cadáver del millonario americano, Ratchett, cosido a puñaladas. Bouc le pide entonces a Poirot que aclare el suceso, pues al estar parado el tren en medio de la nada, el asesino continúa en el tren.

En ese momento, Poirot comienza una serie de entrevistas con todos y cada uno de los componentes del pasaje, para recabar información que pudiera arrojar alguna luz sobre el suceso. Poirot siempre va por delante de su amigo Bouc y el médico, quienes le ayudan en su investigación. Y cuando obtiene dos posibles conclusiones de los hechos, convoca a todos los pasajeros al compartimento en el que se halla el comedor.

Una vez allí, Poirot expone sus conjeturas y el crimen es aclarado.


Una vez más, Christie consigue crear una historia muy compleja sin fisuras y en la que todas las piezas encajan. Además, el final vuelve a ser sorprendente. Si os gustan las novelas policíacas, no os la perdáis, es un clásico del género, y con razón.

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