sábado, 28 de diciembre de 2013

Con los años he aprendido, de Sergio de Sa

Con los años he aprendido,
que la tristeza no es eterna,
que los malos momentos pasan
y que los buenos siempre llegan,
que el desamor puede llevarte a la locura
y que un beso dado en el momento justo
 todo lo cura.

Con los años he aprendido,
que la gente que realmente te quiere
está cuando más lo necesitas,
que cuando la vida te sonríe
amigos nunca te faltan,
y que cuando las lágrimas brotan
son los primeros que marchan.

Con los años he aprendido,
que no soy tan feo como yo me veo
ni tan guapo desde tus ojos,
que aunque la belleza atrae
es el alma la que enamora.

Con los años he aprendido
que el dinero se cuenta en sonrisas,
que las personas más ricas
no son las que más dinero tienen,
y que si a alguien quieres hacer volar
antes de nada debes saber
que las alas no se pueden comprar.

Con los años he aprendido,
que las verdades a veces duelen
pero no duran para siempre,
mientras que las mentiras matan
y se convierten en eternas.

Con los años he aprendido,
que los hombres más felices
no son los que buscan muchas mujeres,
si no los que en Una encuentran
todo lo que buscaban.

Con los años he aprendido,
que llorar no es de débiles
ni correr es de cobardes,
que a veces no hay decisión más valiente
y que produzca más sufrimiento
que llorar y salir corriendo.

Con los años he aprendido,
que hay personas que nunca mueren,
que aunque ya no estén entre nosotros,
en nuestro corazón siempre estarán presentes.

 Sergio de Sa

viernes, 20 de diciembre de 2013

La isla de las dos caras

La tribu de los mokokos vivía en el lado malo de la isla de las dos caras. Los dos lados, separados por un gran acantilado, eran como la noche y el día. El lado bueno estaba regado por ríos y lleno de árboles, flores, pájaros y comida fácil y abundante, mientras que en el lado malo, sin apenas agua ni plantas, se agolpaban las bestias feroces. Los mokokos tenían la desgracia de vivir allí desde siempre, sin que hubiera forma de cruzar. Su vida era dura y difícil: apenas tenían comida y bebida para todos y vivían siempre aterrorizados por las fieras, que periódicamente devoraban a alguno de los miembros de la tribu.

La leyenda contaba que algunos de sus antepasados habían podido cruzar con la única ayuda de una pequeña pértiga, pero hacía tantos años que no crecía un árbol lo suficientemente resistente como para fabricar una pértiga, que pocos mokokos creían que aquello fuera posible, y se habían acostumbrado a su difícil y resignada vida, pasando hambre y soñando con no acabar como cena de alguna bestia hambrienta.

Pero quiso la naturaleza que precisamente junto al borde del acantilado que separaba las dos caras de la isla, creciera un árbol delgaducho pero fuerte con el que pudieron construir dos pértigas. La expectación fue enorme y no hubo dudas al elegir a los afortunados que podrían utilizarlas: el gran jefe y el hechicero.

Pero cuando estos tuvieron la oportunidad de dar el salto, sintieron tanto miedo que no se atrevieron a hacerlo: pensaron que la pértiga podría quebrarse, o que no sería suficientemente larga, o que algo saldría mal durante el salto... y dieron tanta vida a aquellos pensamientos que su miedo les llevó a rendirse. Y cuando se vieron así, pensando que podrían ser objeto de burlas y comentarios, decidieron inventar viejas historias y leyendas de saltos fallidos e intentos fracasados de llegar al otro lado. Y tanto las contaron y las extendieron, que no había mokoko que no supiera de la imprudencia e insensatez que supondría tan siquiera intentar el salto. Y allí se quedaron las pértigas, disponibles para quien quisiera utilizarlas, pero abandonadas por todos, pues tomar una de aquellas pértigas se había convertido, a fuerza de repetirlo, en lo más impropio de un mokoko. Era una traición a los valores de sufrimiento y resistencia que tanto les distinguían.

Pero en aquella tribu surgieron Naru y Ariki, un par de corazones jóvenes que deseaban en su interior una vida diferente y, animados por la fuerza de su amor, decidieron un día utilizar las pértigas. Nadie se lo impidió, pero todos trataron de desanimarlos, convenciéndolos con mil explicaciones de los peligros del salto.

- ¿Y si fuera cierto lo que dicen? - se preguntaba el joven Naru.
- No hagas caso ¿Por qué hablan tanto de un salto que nunca han hecho? Yo también tengo un poco de miedo, pero no parece tan difícil -respondía Ariki, siempre decidida.
- Pero si sale mal, sería un final terrible – seguía Naru, indeciso.
- Puede que el salto nos salga mal, y puede que no. Pero quedarnos para siempre en este lado de la isla nos saldrá mal seguro ¿Conoces a alguien que no haya muerto devorado por las fieras o por el hambre? Ese también es un final terrible, aunque parezca que nos aún nos queda lejos.
- Tienes razón, Ariki. Y si esperásemos mucho, igual no tendríamos las fuerzas para dar este salto... Lo haremos mañana mismo

Y al día siguiente, Naru y Ariki saltaron a la cara buena de la isla. Mientras recogían las pértigas, mientras tomaban carrerilla, mientras sentían el impulso, el miedo apenas les dejaba respirar. Cuando volaban por los aires, indefensos y sin apoyos, sentían que algo había salido mal y les esperaba una muerte segura. Pero cuando aterrizaron en el otro lado de la isla y se abrazaron felices y alborotados, pensaron que no había sido para tanto.

Y mientras corrían a descubrir su nueva vida, pudieron escuchar a sus espaldas, como en un coro de voces apagadas:

- Ha sido suerte
- Yo pensaba hacerlo mañana
- ¡Qué salto tan malo! Si no llega a ser por la pértiga...

Y comprendieron por qué tan pocos saltaban, porque en la cara mala de la isla sólo se oían las voces resignadas de aquellas personas sin sueños, llenas de miedo y desesperanza, que no saltarían nunca...


Fuente: www.cuentosparadormir.com

viernes, 13 de diciembre de 2013

No tengas nada en las manos, de Fernando Pessoa

No tengas nada en las manos
ni una memoria en el alma,
que cuando un día en tus manos
pongan el óbolo último,
cuando las manos te abran
nada se te caiga de ellas.

¿Qué trono te quieren dar
que Átropos no te lo quite?
¿Qué laurel que no se mustie
en los arbitrios de Minos?

¿Qué horas que no te conviertan 
en la estatura de sombra que serás
cuando de noche, 
estés al fin del camino?

Coge las flores, mas 
déjalas caer apenas miradas.

Al sol siéntate. 
Y abdica 
para ser rey de ti mismo.

Fernando Pessoa

viernes, 6 de diciembre de 2013

Hoy habla Nelson Mandela

No quiero escribir más de lo necesario. Este es, simplemente, mi pequeño homenaje a este gran ser humano. Que cada uno extraiga, de sus palabras, sus propias conclusiones. ¡A reflexionar!

"He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He perseguido el ideal de una sociedad libre y democrática donde todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y conseguir. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir"
(Alegato en el Juicio de Rivonia, 20 de abril de 1964)

 "Siempre parece imposible hasta que se hace"
(Cita tradicionalmente atribuida a Mandela que el propio centro de la Memoria Nelson Mandela reconoce no saber ubicar)

 "Solo los hombres libres pueden negociar (...). Vuestra libertad y la mía no pueden separarse". 
(Declaraciones de Mandela tras 21 años en prisión al renunciar a la oferta de excarcelamiento realizada por el entonces presidente, Pieter W. Botha, en febrero de 1985)

"Nadie nace odiando al otro por el color de su piel, su procedencia o religión. La gente aprende a odiar, y si pueden aprender a odiar, también pueden aprender a amar"
(De la autobiografía El largo camino hacia la libertad, 1994) 

"He descubierto que tras subir una montaña, sólo encontramos más cumbres que escalar". 
(De la autobiografía El largo camino hacia la libertad, 1994)

"Nunca, nunca, nunca más deberá volver a sufrir esta hermosa tierra la opresión de un hombre sobre otro." 
(Discurso de su toma de posesión como presidente, 10 de mayo de 1994). 

"Nunca he considerado a ningún hombre superior a mí, ni dentro, ni fuera de la cárcel".  
(Carta al general Du Preez, comisario de Prisiones, desde la cárcel Robben Island, en Ciudad del Cabo. 12 de julio de 1976).


"Aprendí que el valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. Un hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que se sobrepone a él".  
(De la autobiografía El largo camino hacia la libertad, 1994)


"La grandeza de la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos". 
(De la autobiografía El largo camino hacia la libertad, 1994)

"Luchar contra la pobreza no es un asunto de caridad, sino de justicia". 
(Discurso en la Plaza Mary Fitzgerald de Johannesburgo, el 2 de julio de 2005, en un acto contra la pobreza).

"La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que creía necesario por su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que yo he cumplido ese deber, y por eso descansaré para la eternidad".  
(Extracto de una entrevista para el documental «Mandela», 1994).

Fuente: lavozdegalicia.es 

sábado, 30 de noviembre de 2013

Todo bajo el cielo, de Matilde Asensi

La historia comienza en 1923, cuando Elvira, una pintora española afincada en Francia, recibe la noticia de la muerte de su marido, Rémy, que vivía en Shanghai. Así emprende el viaje hacia Todo bajo el cielo, nombre por el que los chinos conocen a su país.

Se embarca con su sobrina Fernanda, de la que se tuvo que hacer cargo tras el fallecimiento de sus padres, y una vez en China, descubre, inesperadamente, que su marido tenía cuentas pendientes que ella tendrá que saldar. Sin embargo, cuando conoce a Paddy Tichborne, y a su través a un anticuario reputado de Shanghai y amigo de Rémy, Lao Jiang, todo cambia. Mientras tanto, conoceremos a Biao, un astuto niño chino vital en la empresa que les aguarda.

Los cinco se lanzan a la aventura, conscientes de que corren un grave peligro. Por el camino, Asensi nos regala un 'tour' por la China de los años 20, una delicia para todos aquellos que disfruten conociendo otras culturas, y sobre todo, la oriental. Costumbres, historia y taoísmo se entremezclan con el paisaje y la geografía china, mientras los protagonistas buscan el tesoro del Primer Emperador.

Todo bajo el cielo supone, en mi opinión, una entretenida y brillante novela, con una retahíla muy diversa de personajes cuya evolución a lo largo de la narración es, cuanto menos, sorprendente. Durante la novela, los protagonistas aprenden que “hay que vivir aprendiendo a reconocer lo que hay de bueno en lo malo y lo que hay de malo en lo bueno.” Excelente reflexión, ¿no?

¡No os lo perdáis!

viernes, 22 de noviembre de 2013

Estrategias de la manipulación

1.- La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción consistente en desviar la atención del público de los problemas importantes y de las mutaciones decididas por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación continua de distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público de interesarse por conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, etc. 

2.- Crear problemas, después ofrecer soluciones

Este método es también denominado "problema-reacción-solución". Se crea primero un problema, una"situación" prevista para suscitar una cierta reacción del público, a fin que éste sea el demandante de medidas que se desea hacer aceptar. 

Por ejemplo: dejar que se desarrolle o intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad o policíacas en detrimento de la libertad (como ocurrió tras el 11-S). De esta forma, los nazis subieron al poder "democrácticamente".

O también, crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. ¿Os suena?

3.- Simplificación del mensaje. 

La mayoría de los “spots” publicitarios dirigidos al gran público utilizan un discurso, argumentos, personajes, y un tono particularmente simplón, muchas veces próximo a lo débil, como si el espectador fuera un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador u oyente, más se tiende a simplificar el mensaje.

¿Por qué? Porque si se dirige a una persona como si tuviera poca capacidad intelectual entonces, en razón de la sugestión, ella tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o reacción también desprovista de sentido crítico al igual que alguien con una deficiencia intelectual.
"La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas... Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad." Joseph Goebbels
4.- Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión

Se rechaza la tradición racionalista y se adoptan posturas de desconfianza en la razón, exaltando los elementos irracionales de la conducta, los sentimientos intensos y el fanatismo.

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para hacer corto circuito al análisis racional, y por ende al sentido crítico de los individuos. Además, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o insertar ideas, deseos, miedos o temores, pulsiones, o inducir comportamientos...

5.- Mantener al público en la ignorancia y la idiotez

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. 
"La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre o mediocre posible, de forma que la brecha de la ignorancia que aísla las clases inferiores de las clases sociales superiores sea y permanezcan incomprensible para las clases sociales inferiores." Noam Chomsky en "Armas silenciosas para guerras tranquilas".
Me pregunto qué objetivo persigue la nueva reforma educativa...

6.- Promover al público a complacerse en la mediocridad. 

Promover al público a encontrar bueno el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto. 

Por ejemplo: Elevar a personajes como 'Belén Esteban' al podio de la adoración popular. Impulsar programas de TV tipo Sálvame, y otros de igual calibre, para distraer a las masas con material inservible para el avance emocional, intelectual y hasta espiritual.

7. - Reemplazar la revuelta por la culpabilidad

Hacer creer al individuo que sólo él es responsable de su desgracia, a causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en vez de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-devalúa y culpabiliza, lo que genera un estado depresivo. Uno de los principales efectos secundarios de este estado es la inhibición de la acción. Y sin acción, ¡no hay revolución!
"Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo." Víctor Hugo.

Imagen obtenida de laranaroja.com

Fuente: http://www.syti.net/ES/Manipulations.html

viernes, 15 de noviembre de 2013

Amo, de Sergio de Sa

Quería confesarte que te amo...
Amo el ardiente silencio de tus labios recorriendo mi cuerpo;
Amo el color con el que dibujas el infinito y cómo en él me dibujas contigo;
Amo la verde sonrisa de tus ojos y la forma en que me miras;
Amo eso invisible que solo tú puedes ver y los sueños en que me hiciste creer;
Amo lo que me haces sentir y esa parte que me has regalado de ti;
Amo la manera en que nos convertimos en uno, y ese deseo intangible de estar siempre juntos;
Amo perderme en tu cuerpo y reencontrarme en tus besos;
Amo el hombre que soy a tu lado y lo que somos cuando estamos juntos;
Amo cuando nos fundimos en un abrazo los dos y siente envidia de nosotros la palabra amor.
Pero lo que más amo de ti...es que me ames a mí.

Sergio de Sa


No es que te quiera, es que no puedo vivir sin ti.
No es que te necesite, es que sin ti no tendría sentido vivir.
No es que quiera estar contigo, es que a la vida, sin ti, no se le puede llamar así.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Un gobierno lleno de mentiras

Empezar un gobierno incumpliendo una por una tus promesas electorales no es buena señal. Que haya quien todavía se crea las milongas que nos cuentan, es peor.

La política de este gobierno se ha basado desde el principio en cercenar los derechos de las personas cuyos intereses deberían defender, pero claro, si ya en 2008 Aznar decía que "en política no se está ni para empatar ni para heredar, se está para ganar", qué más se puede esperar. ¿Dónde quedó aquello de que la política era gobernar por el pueblo y para el pueblo? Si te gobierna un partido cuyo único objetivo es ganar unas elecciones, tienen sentido las falsas promesas electorales. En resumen, el fin justifica los medios. Si hay que mentir para gobernar y chupar del bote, pues nada, mintamos. 

Una costumbre, por cierto, la de mentir en el programa electoral, que debería ser ilegal. Me pregunto si un gobierno que llega al poder engañando a sus votantes es legítimo. Porque escudarse en la mayoría absoluta es el recurso fácil, pero: ¿cómo ha obtenido este partido la mayoría absoluta? Con mentiras:


Entonces, ¿es esa mayoría absoluta real? ¿Te da derecho a hacer lo que quieras, estando fundamentada en tantas mentiras?

La frase final es demoledora, después de todas las perlas que van soltando a lo largo del vídeo:

"Decir siempre la verdad, aunque duela, decir la verdad sin adornos y sin excusas, llamar al pan, pan y al vino, vino." Mariano Rajoy Brey.

Como veis, son muchas las las cosas que han dicho o hecho para estar cabreado, aunque personalmente quien ha colmado mi paciencia durante esta semana ha sido el ministro de Educación, Jose Ignacio Wert, quien hace dos años y medio, me tildó (a mí y a unos cuantos más) de "anarco-comunista, populista, demagogo e iletrado" por manifestarme contra los primeros pinitos del gobierno en el mundo del recorte (y del embuste). ¿Que por qué ha colmado el vaso? Porque el señor ministro ha tenido a bien quitar las ayudas de la beca Erasmus a todos aquellos que no hubieran recibido la beca del ministerio el año pasado. Es decir, ha cambiado las reglas del juego a mitad de la partida, algo que desde niños sabemos que está "feo", por decirlo finamente, y por lo que no dudábamos en llamar "tramposo" a quien lo hacía. Por tanto, señor ministro, que sepa usted que es un tramposo.*

Por cierto, en medio de toda esta polémica, al señor Wert no se le ocurrió otra cosa que decir que "tendríamos que estar agradecidos" a Diego Costa, futbolista, por haber elegido jugar con España en lugar de con Brasil. En conclusión, que al ministro de Educación las protestas, huelgas y manifestaciones le importan un pimiento. ¡Bravo!

Por último, solo quería pediros perdón por todas las cosas que han faltado por comentar acerca de estos 2 años de mentiras, pero como podréis suponer no me caben todas en una sola entrada. 

Y ahora a ver si me tomo a relaxing cup of café con leche y puedo descansar un ratito, que a pesar de ser un perroflauta, tengo mis cosas que hacer, ¿sabéis? ¡Hasta la próxima!

*Finalmente, tras presiones desde Bruselas no se han retirado las becas a los Erasmus de este año. Como las mentiras siguen siendo mentiras, y esto lleva su trabajo, lo publico igual. Además, lo dicho respecto al ministro sigue teniendo validez, pues la intención es lo que cuenta, y Wert la dejó clara el lunes, aunque posteriormente le obligaran a rectificar.

PD: Que os quede claro que Wert ha conseguido lo que quería. Primero digo que voy aplicar algo que sé que va a causar revuelo, y luego "rectifico" y lo implanto tranquilamente para el año siguiente. ¿Hay alguien protestando por los recortes de cara al año próximo? Pues eso, que Wert puede ser muchas cosas, pero tonto no.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Mala suerte...

Pongámonos en situación. Yo soy el profesor de esa asignatura que tanto se os atragantó en el instituto. Y allí me veis, entrando con un dado en la mano. ¿Y este hombre qué quiere?

- Chicos, os voy a proponer un juego. Vamos a hacer lo siguiente: os vais a agrupar de 6 en 6 y os vais a ordenar alfabéticamente. Yo voy a tirar este dado una vez, y sin que veáis qué ha salido, tenéis que decirme qué numero creéis que ha salido. No vale repetir número, y en función de lo cerca o lo lejos que os quedéis, os pondré mejor o peor nota en el examen final. ¿Está claro?

Madre mía, se ha vuelto loco. A ver si tengo suerte y acierto...

Pasados unos minutos, el experimento ha concluido, y vosotros no habéis salido bien parados. Os ha tocado un 2 en la nota final. Independientemente de lo que hagáis. Por mucho que os esforcéis, el profesor os ha asegurado que no va a variar vuestra nota. No podéis cambiar esto. Tendréis un 2 y punto. Y mientras tanto, vuestro compañero de pupitre, se ha llevado el 10. No tiene que hacer nada. Entregue o no los deberes, tendrá un 10. Atienda o hable en clase, tendrá el 10. De hecho, no hace falta ni que venga a clase, que va a tener un 10.

- Pero profesor, ¡no es justo!
- ¿Qué no es justo?
- Que él vaya a tener un 10 sin hacer nada y yo un 2 aunque lo haga todo y todo lo haga perfecto.
- Él ha tenido más suerte, qué le vamos a hacer...

¿Qué pensaríais si esto os pasara a vosotros? ¿Qué le pasará por la cabeza al inmigrante al que le dicen “lo siento, no puedo atenderte, es que no tienes papeles”? ¿Acaso no somos todos seres humanos? ¿Valgo yo más por haber tenido la SUERTE de nacer en un país desarrollado, en una familia con recursos? 

Las fronteras no dejan de ser artificiales, un apaño del hombre para repartirse una porción del planeta, cuando éste nos pertenece a todos por igual. No debe haber distinción entre un ciudadano europeo, asiático o africano. Todos somos ciudadanos del mundo. No podemos negar a nadie la posibilidad de prosperar, de mejorar su calidad de vida.

¿Alguien piensa que vienen aquí por gusto? Abandonan a sus seres queridos para poder COMER. Y para dar de comer a las familias que dejan atrás.

Ayudemos a esta gente, por favor. Uno solo no puede, pero muchos 'unos' sí. Ni siquiera hace falta que les demos dinero, ropa o comida, que no estaría de más. De entrada, bastaría con que todos empezáramos a tratarles como personas y no como animales.




"Hoy he soñado que todo es mentira, que en el mundo no existía desigualdad y que los niños no mueren de sida, y que no existen primeros ni últimos por extranjeros...Y de repente desperté..."

¿Por qué no soñar despiertos?

viernes, 25 de octubre de 2013

El cargador de piedras

El maestro comentaba a sus discípulos:

- Un hombre que iba por el camino tropezó con una piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra, igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba. El peso lo fue encorvando y dejó de mirar el horizonte, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre? - Pregunta el maestro a sus discípulos.

- Que es un necio -respondió uno de los discípulos-.

- ¿Para qué cargar las piedras con que tropezaba? - dijo otro discípulo-.

Entonces el maestro concluyó:

- Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aún la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo podemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor que poco a poco nos van quitando la vista de nuestro horizonte, o sea, de nuestra esperanza. El peso nos encorva y deforma nuestra espalda y con ella nuestra vida y nuestras ilusiones. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero, nuestro paso más seguro y nuestra esperanza estará siempre a la vista.

Fuente: www.psicanica.com

Otro de los secretos para ser feliz: aprender a perdonar.


viernes, 18 de octubre de 2013

Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie

Hoy reseñaré el segundo libro de Agatha Christie que he tenido el gusto de leer: Asesinato en el Orient Express. Fue una recomendación que un par de amigos me hicieron, y en cuanto tuve tiempo, seguí. Si me gustó tanto Diez Negritos, ¿por qué no este también? Y fue un acierto.

La trama transcurre en el tren, procedente de Estambul, en el que viaja Hercule Poirot camino de Inglaterra. Y con él, personajes de lo más variopinto: una princesa, un coronel, una condesa, un millonario...y de todas las nacionalidades: húngaros, americanos, belgas...Además, viaja un viejo amigo de nuestro detective, monsieur Bouc, que es el director de la compañía dueña del tren.

La segunda noche de viaje, el tren tiene que parar por culpa de la nevada que asola Belgrado. Y esa noche, se encuentra en su compartimento el cadáver del millonario americano, Ratchett, cosido a puñaladas. Bouc le pide entonces a Poirot que aclare el suceso, pues al estar parado el tren en medio de la nada, el asesino continúa en el tren.

En ese momento, Poirot comienza una serie de entrevistas con todos y cada uno de los componentes del pasaje, para recabar información que pudiera arrojar alguna luz sobre el suceso. Poirot siempre va por delante de su amigo Bouc y el médico, quienes le ayudan en su investigación. Y cuando obtiene dos posibles conclusiones de los hechos, convoca a todos los pasajeros al compartimento en el que se halla el comedor.

Una vez allí, Poirot expone sus conjeturas y el crimen es aclarado.


Una vez más, Christie consigue crear una historia muy compleja sin fisuras y en la que todas las piezas encajan. Además, el final vuelve a ser sorprendente. Si os gustan las novelas policíacas, no os la perdáis, es un clásico del género, y con razón.

sábado, 12 de octubre de 2013

El mendigo de la esquina

Como todos los días, al salir del trabajo, pasé por delante del "mendigo de la esquina", como lo llamábamos en la factoría. Pero hoy no era un día cualquiera. Hoy era un mal día. Acababan de anunciar un ERE en nuestra empresa, y yo tenía todas las papeletas para terminar de patitas en la calle.

No sé qué me pasó ese día. Quizá vi mi futuro próximo, y eso no me gustó un pelo. “Tengo 2 hijos. Mi mujer y yo estamos en el paro y nos han desahuciado”, rezaba su cartelito de cartón. Llevaba meses leyendo el mensaje y viéndole la cara, aunque hasta este nefasto día, no me había parado frente a él, absorto en mis pensamientos.

Uno nunca sabe de lo que es capaz de hacer en situaciones críticas. El ser humano, en ocasiones, cruza líneas que nunca se habría visto capaz de sobrepasar. Así que allí estábamos los tres: el mendigo, mi egoísmo y yo.

La idea de acabar como él me turbaba en exceso, supongo que como a cualquier hijo de vecino, e imagino que esto fue lo que incitó mi momento de locura. No recuerdo cuántas puñaladas le asesté, pero acabé con él de forma rápida y eficaz. Fue una muerte que llevaba gestándose mucho tiempo, desde que le vi por primera vez. Solo necesité un último empujón: la desazón.

Necesité verme reflejado en aquel hombre y compartir su desesperación para mover ficha. Sé que es triste, quizá vergonzante, pero así es como sucedió. No he sido nunca una persona que destaque por su empatía ni por su solidaridad. Más bien al contrario. Siempre he pecado un poco de arrogancia y avaricia, pero como ya digo, ese día todo cambió.

Ayudé al indigente a ponerse de pie, le llevé a mi casa, le di de comer, le lavé de los pies a la cabeza y le vestí con mi ropa. Le pregunté, entretanto, qué sabía hacer. Y sin más, salimos a la calle, a buscarle un trabajo "de lo suyo". Y lo encontramos. Ramón era carpintero, y mi hermano fabricaba muebles.

¿Que qué aprendí ese día? Que tenemos el poder de cambiar las cosas, de transformar nuestros días malos en días maravillosos para otros...e indirectamente, para nosotros mismos.

Como siempre, en la ficción, las cosas son más fáciles que en la realidad, pero quizá solo sea una cuestión de fe. De creer que cualquier empujoncito que podamos dar puede ayudar. No hace falta recoger a gente por la calle, subirla a tu casa, darle de comer, ropa y ayudarles a encontrar trabajo. Una sola persona no puede hacer todo eso, y además, la caridad es perfecta para sobrevivir, pero no para vivir. Debe ser un complemento.

Sin embargo, sí podemos defender sus derechos defendiendo los nuestros. Todos juntos. Pelear para que se terminen las injusticias sociales. ¿Por qué tenemos que apretarnos un cinturón que muchos banqueros y políticos ni siquiera llevan puesto?

No lo olvidéis, y sobre todo, no esperéis a veros en la indigencia para luchar por lo que es justo.

sábado, 5 de octubre de 2013

Un lugar para soñar

Escondido en la montaña, hay un lugar muy especial.

Allí, en una casita roja, cabañas de madera y tiendas de campaña, hay algo, no sabría decir qué, que actúa como un imán. 

Allí he conocido a personas que, aunque nunca lo imaginé, hoy no podría sacar de mi vida. He conocido personas generosas, sacrificadas, inteligentes, buenas de corazón, creativas, cariñosas, entrañables, divertidas y un largo etcétera de calificativos que ya quisieran muchos rozar con las yemas de los dedos. Cada cuál con sus peculiaridades y su propia personalidad. Con algunas te ríes más que con otras, algunas son más expresivas, otras son más imaginativas...pero siempre tienes alguien a quien acudir en función de tu estado de ánimo. 

Allí nunca te falta un abrazo, un consejo o un hombro sobre el que llorar. Allí no hay desconsuelo, falta de amor o solidaridad. Siempre hay quien te levanta cuando te ve caer, quien te hace reír cuando te ve llorar, quien te hace volar cuando no puedes andar. 

Es un lugar casi mágico, donde cada individuo suma sus virtudes a las del grupo, y entre todos, juntos, tapamos nuestras carencias. Allí caben todas las edades, lo mismo da 16 que 36. Solo es necesaria una buena disposición para aprender de los demás, enseñarte a quererles por cómo son y a quererte a ti, por cómo eres tú. 

Allí, como digo, he formado lazos de amistad increíblemente fuertes incluso con personas con las que tenía y probablemente tengo pocas cosas en común. 

Y eso es, seguramente, lo que nos impulsa a regresar año tras año. Para seguir conociendo gente. Gente que se una al equipo que ya formamos, y con las que nos podamos reír (o llorar) y seguir aprendiendo para potenciar nuestras virtudes y pulir nuestros defectos.

Algunas de esas personas únicas con las que comparto días tan buenos en verano y en invierno, llegaron hace mucho tiempo; otras, podría decirse que llegaron ayer; incluso algunas hoy en día están muy lejos, aunque nunca se hayan ido del todo. A todos vosotros, gracias. Gracias porque tengo una vida plena que vosotros llenáis de luz.  

Nos volveremos a ver en ese lugar de ensueño que es el Hontanar.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El camino del éxito

Añadir cualquier comentario sobra. Simplemente, hay que darle al play, pensar y actuar.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Las lágrimas de San Lorenzo, de Julio Llamazares

Hoy os presento Las lágrimas de San Lorenzo, de Julio Llamazares. Este escritor y periodista de 58 años con muchas novelas, relatos, ensayos y poesías a sus espaldas, ha conseguido, con su última novela, crear una obra sencilla, entrañable y reflexiva. Su estilo me ha recordado al de otro autor muy de moda actualmente, Albert Espinosa, aunque más bien sería al revés, por cronología.

En Las lágrimas de San Lorenzo, el protagonista, un profesor de Universidad, un nómada buscando darle sentido a su vida, y su hijo, contemplan el cielo de Ibiza en busca de estrellas fugaces. Mientras tanto, tienen lugar diversos diálogos entre el padre y el hijo que llevarán al primero a evocar numerosos recuerdos y a cavilar sobre distintos asuntos vitales.

La melancolía y la reflexión se convierten en las protagonistas de esta novela, que termina con una pregunta maestra en el aire.

Yo voy a empezar a viajar hacia atrás en el tiempo, para conseguir sus novelas y relatos uno a uno. Os recomiendo también a vosotros iniciar este viaje.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Vivir

Vivir es correr, reír y saltar.
Vivir es pensar, aprender y probar.
Vivir es oír música en tu habitación.
Vivir es leer bajo la sombra de un árbol.
Vivir es un helado en verano.
Vivir es una manta en invierno.
Vivir es el abrazo de tu mirada.
Vivir eres tú por las mañanas.
Vivir es la brisa meciendo tu cabello.
Vivir es pasear tomado de tu mano.
Vivir es pensarte cuando cierro los ojos.
Vivir es arrancar una sonrisa de tus labios.
Vivir es sentirte aquí, aunque la distancia te separe de mí.
Vivir es quererte porque sí.
¿Vivir? Vivir es morir por ti.

viernes, 6 de septiembre de 2013

La (puta) distancia

La distancia es como un calabozo que te impide abrazar, que te impide tocar, que te aleja el olor de la persona querida.

La distancia es como la niebla, que te impide ver lo que realmente quieres y necesitas ver.

La distancia es como una muralla levantada entre otra persona y tú, la más alta y la más ancha de las murallas. Tan alta y tan recia que parece imposible de saltar o de tumbar.

La distancia, a veces, aparece como en la paradoja de Zenón, en la que Aquiles nunca alcanza a la tortuga en una carrera.

La distancia, en definitiva, te nubla los sentidos. No te deja ver, no te deja tocar, no te deja oler. Te crea espejismos en el desierto en el que parece haber convertido tu vida...

Y sin embargo, cuando estás desorientado, perdido en un valle de lágrimas, te das cuenta de que la distancia no impide que oigas, ni que saltes más alto de lo que jamás hubieras imaginado, ni que derribes la más grande de las murallas ni que corras como nunca lo habías hecho, alcances a la maldita tortuga y hagas una sopa con la que en China ni soñarían hacer.

Así que eso es lo que pienso hacer. Por ti y por mí.

Voy a agudizar el oído para escucharte, a coger fuerza en piernas y brazos para derribar o saltar cualquier obstáculo, y a correr como una gacela para llegar hasta la tortuga, hacer una buena sopa e invitarte una vez más a cenar.

La distancia, si me perdonáis, puede ser muy puta, pero no puede, aunque quiera, obligarme a dejar de sentir. Y así, ella, la puta distancia, tiene perdida la batalla.

sábado, 31 de agosto de 2013

Sobre la desobediencia civil

¿Qué es eso de la desobediencia civil? Es una pregunta que me surgió hace unos cuantos meses, cuando acciones como las del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien – y voy a transcribir lo que dice la Wikipedia sobre aquella acción para ser lo más objetivo posible sobre los hechos – sustrajo alimentos de primera necesidad en dos grandes superficies comerciales (Mercadona y Carrefour).

Pues bien, citando de nuevo a la Wikipedia, copio y pego la definición de desobediencia civil:
La desobediencia civil puede definirse como “cualquier acto o proceso de oposición pública a una ley o una política adoptada por un gobierno establecido, cuando el autor tiene conciencia de que sus actos son ilegales o de discutible legalidad, y es llevada a cabo y mantenida para conseguir unos fines sociales concretos”.

¡Vaya! Así que se trata de oponerse públicamente a algo “para conseguir unos fines sociales concretos”. ¿Y esto causó tanto alboroto?

En mi opinión, el revuelo que se montó tuvo mucho que ver primero, con el personaje, por tener una ideología tan definida, poniéndose en su contra automáticamente las personas con ideas contrarias; segundo, con las formas, porque quizá, por lo visto en las grabaciones, alguno de los participantes en la sustracción se excedió con empujones a algún empleado; y tercero, porque a los representantes de la oligarquía económica que realmente rige este país (y el mundo en general), no les interesa un pueblo que sepa que la desobediencia civil es un arma pacífica más con la que luchar contra las medidas injustas que están llevándole a la ruina. No quieren un pueblo agitado.

Primera cuestión a tratar: el personaje y las formas. Sí, ser tan descaradamente de izquierdas (cosa que no es ni buena ni mala en sí misma) perjudicó, en mi opinión, a Sánchez Gordillo, ya que de entrada, la no-neutralidad causó rechazo en una parte importante de la población, incluso de gente a la que él estaba defendiendo con ese acto. Esa imagen de Robin Hood – como si él se hubiera impuesto tal sobrenombre – creada de forma interesada por los medios, controlados por la oligarquía mencionada anteriormente, le hizo en mi opinión bastante daño. ¿Y las formas? Lo mismo de siempre. Basta que alguien no se sepa comportar para que una acción de protesta, como una manifestación o, en este caso, la desobediencia civil, queden intencionadamente manchados.

La segunda cuestión es para mí mucho más importante: los intereses. Intereses en desacreditar a cualquiera que se oponga a la esclavitud moderna a la que sus acciones nos están conduciendo. A cualquiera capaz de mover masas y de sacudir conciencias.

Por si tenéis alguna duda sobre la acción en sí, os diré que Marthin Luther King y Mahatma Gandhi, entre otros, utilizaron la desobediencia civil para luchar por los derechos de los negros en EEUU el primero, y por los de los indios en Sudáfrica (antigua colonia inglesa), el segundo.

¿Sánchez Gordillo? NS/NC. ¿Desobediencia civil? Rotundamente, sí. No nos quedemos con el personaje, que no quiero entrar a valorar. No nos quedemos con el “robo” a un supermercado. Quedémonos con el trasfondo del asunto. Seamos conscientes de que esto es una forma más de lucha, y que, aunque nos parezca errónea en su ejecución o en su forma, es algo completamente lícito. Y no solo lícito, sino NECESARIO en situaciones como las que atravesamos.

PD: Si os interesa, os recomiendo encarecidamente que leáis este artículo sobre la desobediencia civil. Es una joya.

sábado, 24 de agosto de 2013

¿Cuál es tu valor?

Un joven se acercó a su maestro en busca de sosiego:

- Maestro, me siento inseguro, nada me sale como yo quiero. Todos me dicen que soy tonto y que no sirvo para nada. Sólo me critican, sin valorar lo que hago. ¿Me podrías ayudar?

- Ahora no me es posible, muchacho -respondió el anciano-. Tengo mis propios problemas. Más bien ayúdame tú a mí a vender este anillo.

El muchacho recibió la sortija de mala gana pensando que una vez más sus necesidades pasarían a un segundo plano.

- Escucha, -dijo de nuevo el anciano- ve al mercado y ofrécelo, pero de ninguna manera lo vendas por menos de una moneda de oro.

El joven ofreció el anillo a muchas personas.

La mayoría lo desdeñaba con desprecio, unos pocos se reían y escasamente alguno llegaba a mostrar interés.

Alguien le propuso venderlo por dos monedas de plata y un candelabro de bronce, lo cual representaba menos de la mitad de lo que el maestro quería.

El muchacho llegó a la conclusión que el viejo estaba loco, y que esa gran suma que pedía únicamente podría ser el resultado de un alto valor emocional.

Dejando de lado esos razonamientos, el joven persistió haciendo lo mejor para ayudar al anciano. No obstante la tarea le parecía cada vez más difícil.

Desanimado, decidió regresar y contarle al viejo lo acontecido:

- Hice lo posible, pero aun los que parecían ser los más expertos no ofrecían una cantidad ni siquiera cercana a la que tú pides -contó el joven-.

- Tal vez tienes razón. Quizás no conozco su verdadero valor -replicó el maestro-. ¿Por qué no lo llevas donde el joyero y se lo muestras? No lo vendas por ninguna cantidad, sólo cuéntame lo que opina.

Renegando por la terquedad del anciano, el joven llevó el anillo al joyero.

Después de observarla detenidamente un rato, éste le dijo:

- Ésta es una verdadera joya. Dile al maestro que le doy 58 monedas de oro. En realidad puede costar hasta setenta, pero, si tiene prisa, ésa es mi oferta.

Cuando el muchacho, entusiasmado, le contó al viejo, éste tranquilamente respondió:

- Tú eres como una joya valiosa: Si te sientes mal no es porque los demás no te valoren, sino porque tú mismo no te valoras lo suficiente.

Fuente: www.psicanica.com

sábado, 17 de agosto de 2013

Si, de Rudyard Kipling

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida;
si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;
si, engañado, no engañas;
si no buscas más odio que el odio que te tengan...

Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres;
si al hablar, no exageras lo que sabes y quieres;
si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo;
si piensas y rechazas lo que piensas en vano;
si tropiezas con el triunfo, si a la cumbre llega tu derrota
y a estos dos impostores los tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado;
si vuelves al comienzo del trabajo perdido,
aunque esta obre dure toda tu vida;
si arriesgas al momento y lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea, 
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.

Si logras que nervios y corazón te asistan,
aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tú lo deseas y lo quieres y mandas;
si hablas con el pueblo y guardas tu virtud;
si marchas junto a reyes a tu paso y tu luz;
si nadie que te hiera llega a hacerte una herida;
si todos te reclaman y ninguno te precisa.

Si llenas un minuto envidiable y certero
de sesenta segundos que te lleven al cielo...
tuyo es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

sábado, 10 de agosto de 2013

Disfruta: todo tiene un fin.

Pasan los años, pasan los meses, pasan los días. Todo es efímero, pasajero, fugaz. Lo bueno, y lo malo; lo divertido y lo aburrido; lo intenso y lo apagado; lo gozoso y lo doloroso.

¿Qué nos queda, si lo bueno tiene fin? ¿Qué hacer cuando lo divertido se termina? ¿Y cuando los momentos intensos de nuestra vida dan paso a la monotonía?

La respuesta es fácil, llevarla a cabo no. Aprendamos a disfrutar de las cosas “malas”, “aburridas” e incluso, de las “dolorosas”.

Las primeras, asociadas al fracaso, nos harán aprender una lección.

Las segundas, afrontadas con energía y actitud optimista, nos harán descubrir cosas increíbles que no esperábamos, donde no las esperábamos y cuando no las esperábamos.

Las últimas, nos harán llegar el mensaje de que no somos invencibles, intocables, invulnerables. Y ello nos llevará a apreciar más los momentos de bienestar, de alegría y de jolgorio.

Personalmente, veo claras las dos posibles vías a seguir:
  1. Ser feliz cuando vienen mal dadas, pues todo lo que me desagrada, inquieta o parte mi corazón, tiene fin.
  2. Ser feliz cuando la vida me sonríe, pues lo que disfruto, los buenos ratos y las alegrías de mi corazón, también se van a terminar y tengo que aprovecharlas al máximo.
¡¡NO PIERDAS EL TIEMPO Y SÉ FELIZ!!

sábado, 3 de agosto de 2013

Carta de amor

Todavía recuerdo con cariño aquellos primeros recreos. Desde bien pequeños, tuvimos una conexión especial.

A ti fue a la primera a la que tiré de las coletas, la primera a la que quité su muñeca y salí corriendo, la primera a la que daba empujoncitos en la fila.

También fuiste la primera con la que compartí mis chucherías, la primera por la que no jugué al fútbol en el recreo, y la primera a la que dejé copiarse los deberes.

Poco a poco compartimos clases, juegos, excursiones, acampadas...Aprendimos juntos a leer, multiplicar y a saltar el potro en gimnasia. Nos fuimos haciendo mayores. Juntos, de la mano.

Me convertí en tu mejor amigo. Te convertiste en mi mejor amiga. Nos hicimos inseparables. Tú eras mi confidente, y yo el tuyo, aunque a decir verdad, tú siempre tuviste muchas más cosas que contar, y yo, por tanto, muchos más secretos que guardar. Llorabas apoyada en mi hombro, mientras yo intentaba consolarte porque aquél chico, aquel estúpido chico, te había roto el corazón.

Para ser justos, reímos juntos muchas más veces de las que lloramos, aunque sean las lágrimas las que más huella dejen en nuestro corazón.

Te quise siempre, aunque no me di cuenta hasta mucho tiempo después. Solo tú tenías hueco en mi corazón. Por eso siempre fracasé en el amor. Quizá por eso tú también naufragaste tantas veces, porque en tu interior, solo cabía yo.

Quizá también por eso pasó lo que pasó. Sin que ninguno de los dos lo buscara, surgió. Dimos un paseo por el centro, y cuando, de vuelta, te acompañé hasta el portal de tu casa, sentí el irrefrenable impulso de besarte. No supe sino con los años, de dónde había aflorado esa energía. Jamás me he vuelto a sentir tan vivo como cuando tú, tras un instante de asombro y una dulce sonrisa, apretaste tus labios contra los míos y conseguiste que el mundo dejara de girar.

Qué bonito es estar enamorado y ser correspondido, porque nuestro amor, suave y tierno sentimiento, llegó tras una intensa y sincera amistad. ¿Cuánto tiempo llevábamos enamorados? Difícil saberlo, aunque me atrevo a decir que desde el principio.

Desde ese primer y único beso (no porque fuera el último, sino porque ya nunca hubo otro igual), todo nos fue bien. Paseos por la playa, excursiones a la montaña, tardes de cine, comidas, cenas, intercambio de libros, reflexiones vitales...

Recuerdo con especial cariño cuando hace dos semanas, estuvimos comentando que de aquí a cinco o seis años nos casaríamos, en cuanto los dos tuviéramos trabajo. ¡Hasta decidimos el nombre de nuestro primer hijo! Y eso que no estábamos 'embarazados'...

No sabes cuánto te echo de menos. Fuiste la primera y serás la última. Tú has sido, eres y serás el gran amor de mi vida.

Cuídame desde ahí arriba, no tardaré mucho en llegar.

Te amo, princesa.

lunes, 29 de julio de 2013

Deja en paz al diablo, de John Verdon

En Deja en paz al diablo, Verdon nos presenta a un Gurney algo 'tocado' psicológicamente por el desenlace de su anterior caso. Dave se siente inseguro, se viene abajo su aura de invulnerabilidad. Y mientras mantiene esas luchas internas, libra otras con Rebecca Holdenfield, la psicóloga forense que también apareció en los libros anteriores, y con el agente Trout, del FBI, pues considera deficiente su investigación en el caso del Buen Pastor, diez años atrás. Además, la visita de su hijo Kyle, nos mostrará una parte de David que no conocíamos.

Al comienzo de la novela, Gurney acepta asesorar a Kim, la hija de Connie Clark, la periodista que le lanzó a la fama. Kim, estudiante de último curso de periodismo, está haciendo una serie de entrevistas a los familiares de las víctimas del Buen Pastor, para saber si han superado la pérdida y cómo lo han conseguido. El proyecto, que sufraga económicamente RAM TV, una cadena famosa por su amarillismo y nula integridad, parece enfurecer al Buen Pastor, quien teme no solo la emisión de Los huérfanos del crimen, sino el interés en el caso que está demostrando Gurney.

Al mismo tiempo, Kim acaba de romper con su novio, Robert Meese, quien tuvo una infancia complicada, y un pasado un tanto conflictivo. Desde su ruptura, suceden cosas extrañas en su piso, por lo que Kim está segura de que Robert está detrás. Sin embargo, Gurney, que contará con la inestimable ayuda de Jack Hardwick y el apoyo de la inspectora Bullard para intentar resolver este caso frente a la fuerte oposición del FBI, tiene una opinión bien distinta.

También Max Clinter, policía que perdió su reputación y su vida a causa del Buen Pastor, servirá de ayuda a Gurney. Tentando a la suerte, Dave pondrá contra las cuerdas al implacable y lógico asesino. Os dejo a vosotros descubrir cómo.

En mi opinión, Deja en paz al diablo es perfecta para conocer mejor a Gurney, para ahondar en la relación con Jack Hardwick, que cada vez se parece más a la relación Holmes-Watson, aunque con perfiles bien distintos. Sin embargo, al profundizar en la vida personal de Gurney, esta novela ha perdido parte del ritmo que caracterizaba a las anteriores.


Sopesando lo bueno y lo malo, considero esta novela muy recomendable, ya que completa lo que le faltaba a las anteriores: una mejor comprensión del personaje de Gurney.

domingo, 14 de julio de 2013

Si tengo

Si tengo que dormir, 
que sea en tus brazos.

Si tengo que soñar, 
que sea contigo.

Si tengo que reír, 
que sea en tu sonrisa.

Si tengo que besar, 
que sea en tus labios.

Si tengo que vivir, 
que sea a tu lado.

Pero si tengo que morir, 
que sea en tus ojos,
porque en ellos
viviré para siempre.
Sergio de Sa
                                                                                                                                                  

sábado, 6 de julio de 2013

Inferno, de Dan Brown

Inferno es una nueva y trepidante de Dan Brown, famoso por un éxito mundial como lo fue El código Da Vinci. Desde ésta, todas sus novelas tienen un denominador común: un ritmo imparable, inesperados giros de la trama y conocimientos sobre el arte y el simbolismo oculto en ella, a cargo de Robert Langdon, un brillante profesor de Simbología en Harvard. 

Nuestro protagonista, Robert Langdon, despierta en un hospital florentino a medianoche, confuso y con una herida en la cabeza. Según los médicos, sufre amnesia retrógrada, pues no recuerda nada de los últimos dos días. Durante su ingreso en el mismo, Langdon siente su vida peligrar y huye, acompañado por una joven e inteligente doctora: Sienna Brooks.

Robert descubre que se encuentra en posesión de un extraño objeto, y que ésta es la causa probable de la persecución a la que se ve sometido. Siguiendo las pistas por las que el artilugio les conduce, Langdon y Sienna averiguan que la inventiva de un brillante ingeniero genético amenaza a toda la humanidad.

Así pues, ambos se embarcan en la aventura de salvar el mundo, viajando a través de Florencia, en lugares tan conocidos como el Palazzo Vecchio, los jardines Boboli o el Duomo, empapándose de la Divina Comedia, de Dante Alighieri y analizando a fondo obras de arte tales como el Mappa dell'Inferno, de Sandro Botticelli.

En definitiva, es una mezcla de acción, misterio y conocimiento -aunque superficial- de arte (pintura, literatura, arquitectura...). Así que todos los que tengáis tiempo, no os la perdáis: os atrapará.

sábado, 29 de junio de 2013

Todo pasa

Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:

- Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mí y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida. Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo.

Todos esos sabios eran grandes eruditos. Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que, pusieron sus mentes a trabajar.

Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos. Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su fallo al rey.

Cuando le comentaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo. Éste intervino diciendo:

- Oh, Majestad. No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá.

Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo:

- Pero no lo leas ahora. Manténlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Eran pocos sus seguidores y numerosos los perseguidores. Se sentía desesperado y a punto de rendirse.

De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje:

"ESTO TAMBIÉN PASARÁ"

Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó. Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino.

Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, ... El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.

El anciano místico se acercó y le dijo:

- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.

El anciano respondió: - Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "ESTO TAMBIÉN PASARA”.

El anciano le dijo:

- TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia.

Fuente: www.psicanica.com

viernes, 21 de junio de 2013

Tengo tanto sentimiento...

Tengo tanto sentimiento
que es frecuente persuadirme
de que soy sentimental,
mas reconozco, al medirme,
que todo esto es pensamiento,
que yo no sentí al final.

Tenemos, quienes vivimos,
una vida que es vivida
y otra vida que es pensada,
y la única en que existimos
es la que está dividida
entre la cierta y la errada.

Mas a cuál de verdadera
o errada el nombre conviene
nadie lo sabrá explicar;
y vivimos de manera 
que la vida que uno tiene
es la que él se ha de pensar.

Fernando Pessoa     

jueves, 13 de junio de 2013

¡Sé lo que eres!

Os dejo con un cuento cuya lección tenemos que tener siempre en mente. Es esencial buscar y encontrarse a uno mismo para ser feliz.

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales. Todo era alegría en el jardín; y todos ellos estaban muy satisfechos y felices.

Excepto por un solo árbol, que estaba profundamente triste. El pobre tenía un problema: no daba frutos. "No sé quién soy", se lamentaba.

- Lo que te falta es concentración - le decía el manzano -, si realmente lo intentas, podrás tener deliciosas manzanas. ¿Ves qué fácil es?

- No lo escuches - le exigía el rosal-. Es más sencillo tener rosas y ¿ves qué bellas son?


Y, desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. 

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra. Es tu enfoque lo que te hace sufrir. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo. Conócete a ti mismo. Y para lograr esto, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho se fue.

"¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme?" Se preguntaba el árbol desesperado. Y se puso a meditar esos conceptos. 

Finalmente, de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros y belleza al paisaje. Eso es quien eres. ¡Sé lo que eres!"

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cuál estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces todo el jardín fue completamente feliz. Cada quién celebrándose a sí mismo.

Fuente: http://www.psicanica.com

"Es tu enfoque lo que te hace sufrir. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo. Conócete a ti mismo."

No busques la aprobación de quienes te rodean para ser feliz. Busca lo que tú quieres ser, lo que tú quieres hacer, lo que te haga feliz a ti. Y una vez lo hayas logrado, también serán felices los que están a tu lado.

miércoles, 5 de junio de 2013

Filosofando con la Madre Teresa de Calcuta

Hace unos días me llegó un correo con estas preguntas y respuestas, me encantó, y lo quiero compartir con vosotros. Espero que, como me ocurrió a mí, os haga reflexionar sobre todas estas cuestiones. Fue, sin duda, una gran mujer.

¿El día más bello?
Hoy.

¿La cosa más fácil?
Equivocarse.

¿El mayor obstáculo?
El miedo.

¿La raíz de todos los males?
El egoísmo.

¿El mayor error?
La guerra.

¿La distracción más bella?
El trabajo.

¿La peor derrota?
El desaliento.

¿Los mejores profesores?
Los niños.

¿La primera necesidad?
Comunicarse.

¿El peor sentimiento?
El rencor.

¿La persona más peligrosa?
La mentirosa.

¿La ruta más rápida?
El camino cierto.

¿La mayor satisfacción?
El deber cumplido.

¿El mejor remedio? 
El optimismo.

¿La más bella de todas las cosas?
El amor.

¿Las personas más necesarias?
Los padres.

¿Lo más imprescindible?
El hogar.

¿El mejor regalo?
El perdón.

¿El sentimiento que más te bloquea?
La tristeza.

¿Lo que te hace más feliz?
Ser útil a los demás.

¿La fuerza más potente del mundo?
La Fe.

¿El mayor misterio?
La muerte.

¿La sensación más agradable?
La paz interior.

"Voy a pasar por la vida una sola vez. Por eso, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacerle a algún ser humano debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí".
         Madre Teresa de Calcuta.             

viernes, 24 de mayo de 2013

Carta a una veintena de matemáticos


Nuestra historia empezó allá por Septiembre de 2008. Un grupo de chavales que empezaba su andadura en la Universidad. Guau...en la Universidad...Muchos sueños e ilusiones teníamos por entonces. Vivimos con gran intensidad esos primeros meses de carrera. Algunos ya se bajaban del barco, mientras nosotros luchábamos contra el naufragio. Todo esto ahora parece muy dramático, Y LO ES, pero en aquellos momentos es lo que nos parecía. La cuestión es que remando terminamos logrando pasar a 2º. En mejores o peores condiciones, pero pasamos.

Y después de esta primera barrera (hasta los exámenes de Enero) cobraron protagonismo las relaciones personales. Se fueron formando varios grupos pero sin perder cohesión. No iba cada uno por su lado, aunque dentro de cada grupo había más afinidad. Hemos convivido durante 5 años, y me atrevo a decir, desde un punto de vista TOTALMENTE OBJETIVO, que formamos un grupo humano ECSELENTE.

Hemos superado exámenes o asignaturas que parecían imposibles, los unos con ayuda de los otros. ¿Te sale este ejercicio? , Déjame los apuntes, ¡por favor!, Madre mía, yo creo que no apruebo o el célebre y clásico Me cambio a Magisterio. Frases que hemos repetido una y mil veces. Y que nos han hecho reír, aunque tuviéramos ganas de llorar. Una de mis favoritas es No puede haber asignatura más aburrida que esta. Y al año siguiente, ZAS, aparecía una que la superaba. En serio, se ha pasado con el examen o De teoría no me sé nada, también han sido habituales. Y por último, y termino ya, una que hemos dicho todos al menos una vez A partir de Febrero me pongo a estudiar en serio. Ya, claro.

Os he puesto motes, os he “insultado”, me he reído con y de vosotros (sobre todo de vosotros), hemos celebrado cumpleaños, hemos hecho cenas, comidas, días de playa, días de montaña, días de estudio intensivo (o no tanto)... Hemos odiado a Maple, a MATLAB, a R. Tenemos una grandísima colección de recuerdos, de momentos extraordinarios, únicos e irrepetibles. Sois personas que habéis marcado un antes y un después en mi vida (en especial una, jiji), y siempre siempre siempre vais a estar conmigo haya donde vaya. Nunca pensé que encontraría gente así en la universidad. No tenía la sensación de que iba a conocer a un grupo de personas que resultara capital en mi vida, pero me equivocaba. Sería injusto hacer especial mención a nadie en particular, pues de todos guardo recuerdos imborrables, pero no quiero terminar sin darle las gracias al “piso Sanvi”, por proporcionarnos un espacio de reunión en este nuestro último año.

Probablemente, en un futuro, más o menos cercano, o más o menos lejano, nuestros caminos se separarán. De hecho, hoy han empezado a divergir. Pero espero, con todo mi corazón, que seamos la excepción que confirme la regla. Que mantengamos el contacto. Que nos veamos al menos una vez al año. Y “al menos” todos sabemos que es “una o más de una”, así que no quiero excusas.

En primero solo eráis mis compañeros de carrera. Ahora, sois mis amigos, palabra que para mí significa mucho.

Gracias a todos por haberme ayudado a evolucionar como persona, por encima de todo. Por haberme ayudado a ver el mundo desde muchos y distintos ángulos, a plantearme muchos porqués, a hacer siempre hueco a cualquier tipo de debate (banal o trascendental, que de todo hace falta en esta vida), y a divertirnos de todas las formas posibles, a ser un pilar en el que apoyarme cuando me fallaban las fuerzas, a ser un pilar en el que apoyaros cuando os faltaban a vosotros. Me habéis ayudado a experimentar casi todos los amores de los que hablé hace algún tiempo por aquí. Me habéis hecho muy feliz.

Os deseo mucha suerte en todo lo sucesivo, en lo que os depare el destino. Y que sepáis que si necesitáis un empujoncito para seguir caminando, un hombro en el que llorar, o cualquier cosa que celebrar, podéis contar conmigo. Quiero que contéis conmigo. Os exijo que contéis conmigo. A cambio, prometo que siempre estaré disponible y dispuesto para vosotros.

Gracias por hacerme VIVIR durante cinco años de forma tan intensa y tan rica. Sois grandes, chicos. Muy grandes.

Pepe.

domingo, 19 de mayo de 2013

Homomaquia

Desde que nos invadieron los alienígenas, la raza humana ha visto reducida considerablemente su población. Les ha llevado lustros hacerlo, pero lo han conseguido. Y eso que dominarnos fue muy fácil para ellos, pero eligieron acabar con nosotros poco a poco.

¿Cómo? Os preguntaréis. Resulta que llegaron para apoderarse de los pocos recursos que nos quedaban aquí, en la Tierra, pero mientras realizan su misión, necesitan entretenimiento. Y decidieron que podrían divertirse con nosotros.

Comenzaron a desarrollar este arte casi desde que llegaron. Un arte que ya se ha convertido en tradición. Voluntariamente, algunos de ellos combaten cuerpo a cuerpo con nosotros, llegando a llenar nuestros campos de fútbol de antaño (que ellos llaman "plaza"), de alienígenas necesitados incomprensiblemente de este violento espectáculo. Previamente, eso sí, nos drogan para desorientarnos y adormecernos un poco. Se equipan también con largas y delgadas armas punzantes, pues como ellos son más enclenques que nosotros, dicen que así el combate es más justo.

El resultado de todo esto es, que aunque en ocasiones algunos hombres han sido capaces de vencer y eliminar a alguno de los extraterrestres en estos combates, la mayoría perecemos sin apenas oposición. Y mientras nos desangramos por las heridas causadas por sus armas punzantes, al guerrero extraterrestre le proporcionan otra arma aún más afilada y más grande, con la que nos dan, según sus palabras, la estocada definitiva.

Por suerte, aunque de momento ha servido para poco, hay grupos de estos invasores que piensan que lo que hacen con nosotros es una crueldad e intentan evitarnos este sufrimiento. Defienden, en la medida de lo posible, nuestros derechos.

Sin embargo, los que se muestran favorables a esta práctica, tienen la batalla ganada, pues sus argumentos son irrefutables:

1. Nosotros somos seres inferiores en cuanto a inteligencia, y por tanto, hacer esto que hacen con nosotros, en ningún caso es equiparable a hacérselo a cualquiera de  ellos. Ni de lejos es una crueldad. ¿Es esto justo?
2. Nuestro umbral del dolor es más bajo. Y digo yo, ¿ellos qué saben?
3. Sobrevivimos (aunque cada vez somos menos) gracias a que nos crían en cautividad. Si no fuera por esto, nuestra especie desaparecería. Una pena que no nos pregunten si nos merece la pena vivir así. Si nuestra existencia tiene como único fin morir, siendo previamente torturados, en la plaza. 
4. Es un arte, algo cultural: una tradición. Homomaquia, lo llaman.

Todo esto lo escribo desde una granja de seres humanos, desde donde mañana partiré a la plaza, con la esperanza de herir sensibilidades y de que, en un futuro, el ser humano sea liberado de su sufrimiento y sea la Naturaleza, posteriormente, la que decida si seguimos existiendo o nos extinguimos.

jueves, 9 de mayo de 2013

Un poema de amor

Hoy es un día especial para mí y para alguien que me hace muy feliz. A ella, le dedico este poema:


He pasado toda la noche sin dormir, viendo, 
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.


Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,

y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.


Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.

No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.


Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla

casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.


No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo

pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.


Fernando Pessoa